CAPÍTULO 4

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Año 2009

Estaba cazando cuando sentí la voz de Carlisle en mi cabeza.

+ Padre, necesito que vengas. Estoy en Alaska, donde las Denali.

Vaya, al parecer ya se conocieron. Según oigo esto suelto el cadáver y me pongo rumbo Alaska.

Al día siguiente de recibir el llamado, estoy en la puerta de la residencia Denali. Y antes de que mis nudillos alcanzaran la puerta, esta se abrió rápidamente y me encontré a una de las rubias, que me abrazó al instante.

+ Te he echado de menos Romano – dice Kate.

- Es bueno verte también, calambres. – Digo mientras me suelta y nos adentramos en la casa. Al primero que veo y que saludo es a Carlisle.

- Hola, mio figlio – dije mientras lo abrazaba fuertemente.

+ Hola padre – me suelta- te presento a mi esposa Esme – le doy una mirada de aprobación y beso su mano. Y siguiendo con la dinámica de saludo me presentó a Rosalie, Emmett, Jasper y Alice.

Cuando terminó de hablar, hice una vista en diagonal a la sala y vi a otros dos vampiros que desconocía.

- Y ¿ellos son?

+ Son las últimas incorporaciones a mi clan – dijo Tanya – ellos son Carmen y Eleazar.

- Es un gusto conocerlos a todos, yo soy Magnus- digo mientras me elevo a toda mi altura y marco mis músculos.

Según dije eso, los vampiros que acabo de conocer se tensaron, y bien es cierto que he creado una fama a lo largo de toda mi existencia, y a más de un vampiro he matado. Que uno no llega a vivir 3 milenios sin enfrentarse a algún otro ser.

- No tenéis nada que temer si no tenéis nada pendiente. Tranquilos, que los amigos de Carlisle son amigos de momento, de momento – dije con una sonrisa sombría.

+ ¡Deja de asustarlos! – me dijo mi hijo.

- No pasa nada, ya sabes como soy – digo sonriendo, y es cierto, me encanta infundir miedo y respeto.

+ Tú y yo nos llevaremos muy bien – dice Emmett mientras suelta una carcajada.

- Eso habrá que verlo. Mi amistad hay que ganarla. – le reto.

+ En el jardín, ahora. Tú y yo – me reta de vuelta.

En ese momento desaparecí de la vista de todos ellos corriendo a toda mi velocidad al patio. Me coloco en posición de pelea, con las rodillas medio flexionadas y los brazos en posición cuando lo veo acercarse a mí. Detrás de él todos los que antes estaban en la sala aparecen para conocer mi poder.

+ No te contengas – dice Emmett.

Y por lo bajo escucho murmurar a Carlisle: Oh no, no acabas de pedir eso. No sabes la que te espera, chico. Esa declaración dejo un semblante preocupado a Rosalie, pero una sonrisa aún más amplia en Emmett.

Sin más dilación, mi oponente da el primer golpe, o lo intenta. Eso es lo que estaba esperando. Agarre su puño justo antes de que llegara a mi cara, retorciendo su brazo con fuerza, hice que saliera volando contra el árbol más cercano.

- ¿Estás seguro? – le dije burlándome de él.

Eso provoco que se levantara y corriera contra mí con la intención de embestirme. Lo esquive con facilidad, y antes de que se diera cuenta aparecí detrás de él y lo agarre de una pierna, lanzándolo hasta el mismo árbol.

Su competitividad no le dejaba pensar con claridad, y lo usé a mi favor. Amagaba movimientos, y el caía en la trampa. Hasta que, ya aburrido, uso la invisibilidad y lo inmovilicé contra el suelo. Tenía uno de mis brazos en su cuello y el otro agarrando su cabeza, mostrando que él ya había perdido, pues en cualquier movimiento mío le arranco la cabeza.

Sin más lo solté, me levanté y me acerqué a Carlisle y apoyando el brazo en su hombro.

- Dile a tu hijo que antes de retar, averigüe quien es su oponente. Es bueno, pero no mejor que yo.

Digo eso viendo como Rosalie se acerca apresuradamente a ver estado de Emmett, aunque este se levanta con una sonrisa a pesar de haber perdido.

Ignorándolo, recuerdo que fue Carlisle quien me llamó por ayuda. Así, lo cojo del brazo y lo empujo suavemente mientras le pregunto si hay algún lugar con el que podamos hablar con tranquilidad y privacidad. El me guía hasta llegar a un despacho.

- ¿Por qué me llamaste? – pregunto con preocupación.

+ Verás... Abajo conociste a mi familia, pero falta uno de mis hijos – ante eso alzo una ceja con intriga- se llama Edward. Resulta que él conoció a su tua cantante en el instituto donde van en Forks. Y antes de que me interrumpas, estamos aquí porque hubo un incidente con su sangre y Jasper, nuestra última incorporación a la dieta vegetariana- ¿en serio llamó así a su forma de alimentación? Que contradictorio y curioso-.

- Vale todo eso me queda claro, pero mi pregunta es, ¿por qué estoy aquí, Carlisle? – pregunto poniendo los codos en la mesa, entrelazando mis dedos.

+ Quiero que estés junto a nosotros, en caso de que ocurra una emergencia con él y sea más rápido.

Según acaba la frase, las puertas del despacho se abren volando y aparece Alice alterada diciendo:

+ Edward piensa que Bella está muerta y va a descubrirse ante los Volturi. Voy a Forks a encontrarla.

Supongo que la tal Bella, es la tua cantante de Edward, el que, por cierto, ya me cae mal. Suicidarse por una cantante de sangre.

Veo a Carlisle levantarse de la silla exaltado y con veneno acumulado en los ojos.

Si no lo matan, lo mato yo por hacer pasar por este mal rato al mio figlio.

- Te acompaño – me levanto de muy mal humor- porque supongo que esto es la emergencia que esperabas. Te espero en el coche- digo mientras salgo del despacho sin mirar atrás.

Fuimos en el coche de Carlisle, que conducía ella pues no sabía dónde íbamos.

En cuestión de horas llegamos y Alice se abalanzó a la puerta para entrar en la casa que huele a perro.

Yo la espero en el coche, pero al ver que pasa media hora y no sale nadie, entro con más tranquilidad, para enfrentarme a un chico perro discutiendo con Alice y con la tal Bella.

Cuando se dan cuenta de mi presencia la sala se silencia de golpe. Alice me quiere presentar, pero le envío una mirada seria, queriendo decirle que no. Ninguno de estos dos merece mi presencia.

Lo hago por mi hijo, no por ellos.

Irradio dominancia y enfado por todos mis poros. Bella se coloca detrás de Alice usándola de escudo. Ja, cobarde. Y el chucho aunque se nota su temor, tiene la valentía de enfrentarme. Y lo agarro del cuello, lo acerco a mi cara mirándolo con ojos furibundos.

-Lárgate- digo mientras lo lanzo por la ventana. Esto solo provoca más miedo en Isabella, pero que más me da – Vámonos, ya.

Con eso dicho, salgo de la casa y vuelvo a entrar en el coche a espera de ellas.





Besos darks.

Voten y comenten.

Lo que estaría pensando Magnus en su pelea con Emmett XD

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Lo que estaría pensando Magnus en su pelea con Emmett XD



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