En tiempos de la Antigua Roma, el mejor guerrero Magnus, se encuentra siendo vampiro. Tras milenios vagando por el mundo y conociendo gente y especies de todo tipo, llega a Forks. Donde lo recibirán una familia de vampiros con sus problemas.
Hace varios años que nos divorciamos de nuestras esposas. Ellas no llenan el vacío que sentimos por la ausencia de nuestro mate. Aunque ellas siguen viviendo en la torre, han pasado mucho tiempo siendo objetivo de ataques y no podemos permitir, aunque no las queramos, de que las maten.
Solamente sabemos que es un hombre y que los tres compartimos lazo.
Conocemos estos datos desde hace siglos, y es lo que nos tiene desesperados.
Lo único que hemos notado es el dolor que siente nuestro compañero cuando está herido. Que es frecuentemente, lo que nos preocupa más. Pues quizá algunas de esas heridas lo llevarán a la muerte ante de conocernos.
Vivimos en la ignorancia. Desconocemos si ha nacido o aún no; si es humano o vampiro o que especie es.
Llevamos tanto tiempo esperándolo que nos da igual su especie.
Estoy cargado de trabajo, ya que soy el único capaz de hacer un juicio justo. Pues Marcus vive en un estado depresivo constante y no musita palabra. Caius esta en un estado de enfado constante, lo que hace que se le nuble la mente y quiera declarar a todos culpables. Él lleva varios siglos bastante susceptible, cualquier cosa que le produzca una mínima molestia la destroza.
Y yo, yo estoy todo el día en la sala del trono, juzgando. Y cada día la paciencia va minimizando.
Necesitamos a nuestro compañero. Necesito a mi compañero.
Felix:
Todos los de la guardia estamos preocupados por nuestros maestros. Se les nota cada día más débiles e impacientes.
Sabemos que es por la falta de su compañero. Deseamos con todas nuestras fuerzas que nuestro cuarto rey aparezca para que este clan vuelva a ser tan fuerte como lo era antes.
Caius:
Me paso el día en mi sala de arte, pintando. Intento concentrarme en el lazo para trazar los rasgos de nuestro compañero. Cada vez que pinto me sale un rostro diferente. Creo que es la desesperación la que pinta, no mi cerebro. Tengo más de 100 pinturas colocadas paralelamente esperando a la llegada de mi mate para comprobar si siquiera me acerqué a pintarlo.
Cuando el dolor del lazo aparece, me preocupa el bienestar de mi compañero. Solo puedo esperar que esté bien y que sobreviva al ataque.
Necesitamos a nuestro compañero. Necesito a mi compañero.
Jane:
Nuestros reyes siempre a pesar de tener caracteres muy diferentes, están sufriendo.
El maestro Marcus lo expresa siendo una estatua. Aún haya un ataque él no se inmuta.
El maestro Caius, ha matado a 10 guardias solo porque los pillo hablando, de nada importante en particular, pero le molestó.
Y el maestro Aro lo expresa ocupándose, hemos hecho más misiones en estos últimos siglos que en toda la historia de nuestro clan.
Se están separando los líderes, y eso provocará la ruptura del clan. Y si puedo hacer algo para nuestro próximo rey aparezca y se quede, lo haré.
Marcus:
La depresión me consume. Me encuentro a cada rato mirando los lazos, deseando que no se haya oscurecido ni, mucho menos, desaparecido. Y a pesar de que nuestro lazo existe, puede extinguirse, y eso me tiene en vilo.
Todos los días estoy en la biblioteca. Me he leído todos los libros que están para intentar distraerme, pero al parecer no funciona.
Necesitamos a nuestro compañero. Necesito a mi compañero.
Besos darks.
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Así me imagino a Marcus yendo a cualquier lado XD.
