EL ROMANO

CAPÍTULO 23

 Cojo a Caius del cuello y lo empotro contra la pared. Acerco mi cara a la suya y lo beso ferozmente.

Él me responde con, casi, la misma intensidad.

- Desnúdate – le digo mientras lo suelto.

Cae al suelo y se desnuda. Mientras espero por él, agarro a Aro del pelo, sorprendiéndolo. Lo halo del pelo para levantarle la cabeza. Ataco su cuello, rozando su piel con mis colmillos, produciéndole escalofríos.

Le repito la orden a Aro. Y me acerco a Marcus.

- No sé si te lo mereces... nunca me apoyas cuando pido tu ayuda... - le digo mientras me acerco – eres un chico muy malo – le susurro al oído, noto como se tensa.

+ Yo no soy el único... mis hermanos hacen los mismo – dice intentando librarse de algo de culpa.

- Es verdad – digo, mirando a lo tres que tienen el asta levantada – creo que ninguno se merece esto – señalo mi cuerpo con un guiño.

Cojo mi ropa a velocidad vampírica y salgo riéndome.

+ ¡MARCUS! - escucho desde a distancia a los dos hermanos reprochar a Marcus.

Estoy en la sala de tronos pues escuche algo de trifulca. Y me encuentro a uno de los guardas teniendo problemas para mantener al juzgado en su lugar.

- ¿Hay algún problema por aquí, querido? - le pregunto al guardia.

+ No mi señor. Sólo que este energúmeno no se está quieto – el delincuente vampiro aprovecha la distracción del guarda al responderme para lanzarlo por los aires e intentar escapar.

- ¿Dónde vas tan rápido? - le digo sonriendo burlonamente mientras lo agarro del cuello de la camisa.

En eso entran los demás guardias y los reyes, que seguramente iban a juzgar a este antes de que hiciera este lamentable espectáculo.

Intenta darme un puñetazo, pero agarro su puño y aprieto tanto que me quedo con su mano en mi mano. La lanzo.

- Si quieres perder otra parte del cuerpo me lo dices, no hace falta que te esfuerces tanto – digo mientras le repaso la cara con mi dedo.

No se está quieto. Cansado de eso, agarre una de sus piernas y lo vuelo de lado a lado, golpeándole con el suelo mientras.

- Quien me diría a mí, que me convertiría en lanzador de martillo.

Cuando noto que la extremidad de esta zafando, lo suelto y sale volando a la pared.

Miro a los reyes.

- Creo que deben hacer un seguro, les estropeo esta sala cada dos por tres... - hay un silencio incómodo - ... ¿y este que hizo?

+ Sólo era un recién nacido rebelde... - dice el guarda de antes.

- Pues creo que no disfrutó mucho de la vida vampírica jeje... - digo mientras me rasco la nuca y miro el cadáver del vampiro -... mmmm... me voy, creo que tengo cosas que hacer... Sí, sí, me voy. Adiós.

Salgo corriendo. A buscar algo que hacer supongo... Que puedo hacer...

Me voy a duchar, para quitarme los restos de vampiro. Y pues... así me arreglo un problemita que tengo desde hace un rato – pienso mientras miro mi parte inferior.

Me desnudo, entro en la ducha y empiezo a darme gusto. Escucho abrirse la puerta y entran los tres reyes.

+ ¿Quién es ahora el chico malo, caro mio? - me pregunta Caius.

- Yo nunca he negado mis orígenes, amore.

Digo dando la vuelta, para enfrentarme a ellos y me ven en todo mi esplendor.

- Es que como mis reyes están ocupados en los juicios, no quiero molestarles – digo inocentemente mientras sonrío.

+ No te hagas el inocente, que antes nos dejaste a mitad – reprocha Aro.

- No pensemos en el pasado, disfruten el presente – les digo mientras levanto los brazos – soy todo suyo.

Ellos sonríen.

Besos darks.

Voten y comenten. creo

Sorry por la tardanza, tengo bastante lío, por eso este cap no es de los mejores que he escrito sincerely. Gracias!!