CAPÍTULO 8

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Felix estaba abalanzándose contra Edward mientras Demetri sostenía a Alice. Yo estaba en una esquina de la habitación, esperando que aún nadie notara nadie raro.

Edward estaba siendo inmovilizado por el cuello, lleno de heridas en su piel de porcelana. Felix lo tenía agarrado por el cuello, a punto de degollarlo cuando Alice me busca con la mirada y se me viene a la mente Carlisle y sus ojos llenos de lágrimas. "Si puedes hacer algo por él, hazlo, por favor".

Agh.

Todo por él.

Cuando está a punto de destrozarle el cuello, me deshago de mi invisibilidad y cargo contra Felix, liberando a Edward.

Por un momento de despiste, Felix se reposiciona encima de mí.

Me está enfadando.

Esquivo todos sus puñetazos y posiciono mis manos en sus hombros y lo empujo con tal fuerza que llega a la pared.

Está aturdido, aprovecho y le doy una patada en el costado. Lo agarro de una pierna y lo vuelvo a lanzar. Cuando veo que está sin fuerza, lo agarro con fuerza del cuello y lo empotro contra la pared.

- Estate quieto ¿vale? – amenazo.

Sin más lo suelto para que se desplome contra el suelo y me sacudo las manos y la ropa.

Veo a mis tres acompañantes mirarme fijamente.

- ¿Qué? No me miren así. Son ustedes los que empiezan peleas que no pueden terminar. Así que deberías agradecerme – les señalo

Me acerco a ellos, pero me apoyo en una columna cruzando los brazos. Esto hace que se me marquen aún más los músculos. Quiero imponer.

En ese momento lanzo una mirada panorámica y veo el desastre que hice:

- Lamento el desastre, mis reyes. – digo mientras bajo la mirada, pongo una mano en el corazón y me inclino hacia delante. No les tengo miedo, sino respeto. Los gajes de vivir durante tanto tiempo.

Noto que nadie me responde y los veo mirarme fijamente. Miro a Alice y a Edward que me miran con apuro.

+ Bueno, nosotros nos vamos. Ya le demostré que Bella será uno de nosotros en un futuro muy próximo – dicho esto, Alice que agarra la mano y me apura a ir a la salida. Que se cierra según llegamos.

- ¿Qué pasa, Alice?

+ Nada, sólo que tengo ganas de regresar a casa.

Al pensamiento de volver, me apuro e intento abrir la puerta para irnos.

- Pues vámonos, que también quiero ver a Carlisle.

Según terminé de la frase, noto unos gruñidos detrás nuestro. Al ver a Edward e Isabella quietos digo:

- Si es por la humana, toménla – agarro a Isabella del brazo, ofreciéndola – No perdemos mucho, es sólo la tua cantante. Sólo traes problemas, estúpida humana.

Esto último de lo gruño al oído, aunque todos nos escuchan. Ella tiembla de miedo. Se la lanzo a Edward, que la sujeta enseguida. Y vuelvo a encaminarme a las puertas.

- Abréme la puerta, Demetri,

+ Me temo que no puedo.

- ¿Y eso por qué? – comienzo a enfadarme, y se nota.

+ Porque se lo hemos pedido nosotros.



Besos darks.

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