EXISTEN 7 GRANDES MAFIAS EN EL MUNDO, LA MAFIA JAPONESA, LA COREANA, LA CHINA, LA ITALIANA, LA AMERICANA, LA FRANCESA Y LA RUSA. ACTUALMENTE EXISTE UNA GUERRA ENTRE LAS DOS MAS FUERTES, POR LA CUAL FUI OFRECIDO COMO OFRENDA PARA DETENERLA.
DEBO SER...
-señores- Una voz interrumpió la conversación de los esposos. Ambos, Jungkook y Taehyung, voltearon a ver a un hombre a un metro de distancia de ellos que cuando tuvo su atención, inclino un poco la cabeza hacia adelante a modo de saludo. Todavía seguían en aquella celebración de la presidencia pero el par se distrajo de su alrededor cuando empezaron a tener una conversación que se podría determinar cómo "normal". -Perdon por la interrupción, pero el presidente desea hablar con usted señor Jeon.-
-De acuerdo, en dónde está?- Preguntó el ruso.
-Esta en el despacho, lo está esperando.- -mmm- es el ruido que se escucha del alto.
-Esperame aquí Taehyung, vuelvo enseguida.- Dice Jungkook después de dar un último sorbo a su vaso de licor. Cuando se dispone a levantarse, el doncel lo toma de la solapa de la gabardina y se inclina a darle un beso en los labios, un beso que por unos instantes lo toma desprevenido pero que después de recomponerse, se lo devuelve.
Quizás fue la intensidad o quizás lo repentino del acto, pero Jeon Jungkook no se fijó en lo que pasó durante ese momento.
Cuando terminó el suave movimiento de sus labios, se separaron, el alto se quedó viendo los belfos contrarios y carraspeó. - Namjoon te vigilará y Viktor a él, Yoongi vendrá conmigo.- Informa el rubio. Pueda que haya dejado que él mayor vigilará a su joven esposo pero por nada del mundo confiaba en él, por eso le puso la tarea a uno de sus hombres de confianza que lo mantuviera informado de todo lo que pasará entre ellos.
-Esta bien.- Fue la respuesta que recibió del italiano junto con un encogimiento de hombros.
Jungkook se levantó de la silla donde estaba no mucho tiempo después y emprendió camino junto al trabajador de Vladimir hacia donde lo esperaban, por otro lado el ojos color miel posó su mirada al frente, en aquel hombre que vio desde que llegó y que tampoco había dejado de verlo con discreción desde lejos, tomó en su mano la copa a medio llenar que estaba en la mesa frente a él y se la llevó a sus labios para tomar un sorbo y sin despegarla de la boca, a través de sus pestañas le dió un guiño casi imperceptible al coreano que estaba a unos metros de él.
Querido Jeon, realmente no sabes con quién estás casado.
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Si algo sabe bien el jefe de la mafia Rusa, es cuál es su lugar en el mundo, cuando tomó posesión de su cargo como líder de esta mafia se encargo de mover los hilos para asegurar un lugar en lo alto de la cadena alimenticia, utilizo su dinero e ingenio no solo para para sus negocios, legales y turbios, sino también para hacer alianzas con personas que más adelante podría utilizar, por eso no se sorprendió cuando Vladimir termino de hablar.
