EXISTEN 7 GRANDES MAFIAS EN EL MUNDO, LA MAFIA JAPONESA, LA COREANA, LA CHINA, LA ITALIANA, LA AMERICANA, LA FRANCESA Y LA RUSA. ACTUALMENTE EXISTE UNA GUERRA ENTRE LAS DOS MAS FUERTES, POR LA CUAL FUI OFRECIDO COMO OFRENDA PARA DETENERLA.
DEBO SER...
Durante muchísimos años se construyó una idea imaginaria de que el amor era sinónimo de perfección, que la persona con la cual se elegía pasar el resto de la vida debía ser ideal para uno y carecer de defectos; que en esa persona estaría el único motivo de la propia felicidad.
De la misma manera, se transmitió la idea de que para mantener una relación estable era necesario hacer lo posible para otorgarle a la persona elegida todo lo que merecía, creando la falsa ilusión de que la felicidad de uno se basaba únicamente en la felicidad del otro.
Y la disotopía?
Ella representa la posibilidad real de que, en su choque con la realidad, esa relación de amor supuestamente perfecta se transforme en un auténtico infierno.
Todo cielo tiene su infierno. Por maravillosos y bien trazados que parezcan nuestros planes y por idílicas que sean nuestras intenciones, cada aspecto de nuestra existencia tiene un reverso tenebroso que no parecía existir cuando nos lo planteamos pero que termina emergiendo cuando la idea se hace real. Circunstancias no planteadas, resultados inesperados y consideraciones que parecían totalmente improbables que, por la razón que sea, cobran forma y arrasan con todo.
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Taehyung.
-debo ser el doncel perfecto, el que debe complacer a su esposo, cueste lo que cueste, duela lo que duela- pensaba mientras tenía a mi esposo encima de mi.
Era la segunda vez que sus manos me tocaban de esa manera tan áspera, tan dolorosa, tan cruel, dónde mi piel tenía manchas hechas por sus toscos dedos y sus labios hambrientos de maldad hacia mi. Mis ojos fijos en el techo derramaban lágrimas silenciosas de solo pensar que este es el hombre que me enamore, uno que idee por años y que no es ni la sombra de aquel hermoso y delicado ser que robó mi corazón aquella noche de agosto.
-Eres mío Taehyung.- decía mientras embestía dentro de mi. Sus manos se mantenían en mi cuello, sus caderas se mecian de adelante hacia atrás y viceversa a un ritmo para nada normal, era la 3era. Vez que me tomaba este día, todo para demostrar que soy solamente suyo.
Como pude mire un poco hacia el lado derecho de mi cama y ví mi ropa destrozada, esa que él rompió apenas llegó donde estaba yo para tomar posesión de mi cuerpo, ese que ya estaba agotado de ser manipulado por el deseo de ser positivo al creer que Jungkook podría amarme y tratarme con adoración.
Cuando terminó y estuvo seguro de que su semen quedará dentro de mi, se levantó, se puso de pie al lado de mi cama y fijo su mirada en la mía.
