capítulo 19

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Hoy era el tercer día de suspensión de la universidad, mañana ya podría ir otra vez, pero no quería volver, mi ánimo estaba por el piso. el trabajo ayer estuvo relativamente bien, cómo siempre, todo iba igual, parecía que nada hubiera cambiado, pero en mi interior sí, ya no sentía ganas de hacer nada, ni siquiera de pararme de mi cama. Mi teléfono sonó, había llegado una notificación, /hola, recuerdas que tenemos un trabajo pendiente, te espero hoy en mi casa/, eso decía el mensaje, yo sólo me límite a responder con un ok. Tuve que llamar a mei para avisarle

-¡pero que dices!, no puedes faltar, yuta renunció ayer, dijo mei, renunció, realmente ya no sabía que más esperar de él, ni siquiera le respondí nada a aquello, sólo le pregunté a mei que si podía cambiar mi turno para la mañana sólo por hoy, a lo cual aceptó, el chico que trabaja en la mañana iría en mi lugar en la tarde, así podría trabajar hoy en la mañana.

(...)

-_____, ¿por qué las pizzas están saliendo mal?, pon más atención por favor, dijo rem mientras me mostraba un pedazo de pizza quemada, sabía que no era excusa, pero me sentía muy desanimada. -no sé qué es lo pasó, ni por qué, pero todo pasa, nada es para siempre, ni las personas ni los sentimientos, no te presiones, dijo mei. era la primera vez que no tenía esa actitud tan sarcástica de siempre, y lo que decía era verdad, yo misma había pensado eso días atrás, pero es fácil decirlo, más no hacerlo, todo es un proceso, y ese era mi problema, no estaba dejando ir todo, simplemente me límite de reprimir mis sentimientos. La tarde había llegado, salí de mi trabajo hacia la casa de gojo, no tomé el autobús, quería caminar para despejar mi mente. veía los árboles moverse de un lado a otro, los carros seguían moviéndose, todos seguían caminando, la vida de todos seguía, pasara lo qué pasara, la vida seguía. ya estaba comenzando a sentir una presión en mi pecho, sentía mis ojos humedecerse poco a poco, pero no me permitía llorar.

Había llegado a la casa de gojo, era una casa enorme, su fachada era blanca, tenía un hermoso jardín lleno de rosas rosadas y blancas, parecía la casa de alguna celebridad. Toqué el timbre, una voz me respondió por medio de un altavoz, -señorita ____, verdad?, dijo aquella voz, -sí, soy yo, soy compañera de gojo, dije yo, la puerta se abrió, detrás de ella había un mayordomo algo mayor, tenía un bastón negro, -bienvenida, el joven satoru la estaba esperando, dijo el mayordomo mientas me señalaba el camino hacia la biblioteca, lugar dónde gojo hacía los trabajos e investigaciones escolares. Era una sala enorme, habían demasiados libros, en medio de toda la sala estaba él, gojo, vestía una bermuda blanca, junto con una camisa básica negra, me causo un poco de gracia ver sus pantuflas, eran unas pantuflas rosas, tenían un osito en su diseño, dejé escapar una pequeña risa, -que te causa gracia, dijo gojo mirándome muy mal, volvía a juzgarme con la mirada, -nada nada, sólo que esas pantuflas combinan muy bien contigo, dije yo mientras me sentaba en una de las sillas que estaban junto a la mesa de la sala, -es verdad, siempre he comprado las misma pantuflas, siento que me quedan realmente bien, pero que digo, así fueran las pantuflas más feas, si la persona que las porta soy yo, se van a ver demasiado bien, dijo gojo mientras se sentaba a mi lado. comenzamos a investigar sobre el tema visto en clase, yo realmente me sentía algo agotada, se podía notar en mi voz, ademas, casi no trababa de llevarle la contraria a gojo, eso era algo característico mío, gojo no tardó en darse cuenta

-te pasa algo?, si fue por lo de hace dos días, no te preocupes, creo que sí fui algo molesto, pero no te pongas así, vamos, dijo gojo mientras me miraba, yo no lo miré, sólo volteé mi cara hacia otro lado,-____, me escuchaste?, dijo gojo mientras trataba de hacerme míralo, cuándo finalmente volteé mi rostro, no lo pude evitar, comencé a llorar fuertemente, cubrí mi cara con mis manos, sentía que me volvía una pequeña niña, todo lo que había estado reprimiendo finalmente estaba comenzando a salir, era un gran paso para mí, podía comenzar a dejarlo todo poco a poco atrás. Quité mis manos de mi rostro y miré a gojo, él solo me miró, y me abrazó, fue un abrazo muy cálido, yo puse mi rostro en su pecho y seguí llorando desconsoladamente, él puso su mano en mi cabeza, acariciaba mi pelo suavemente, -está bien, no te preocupes, todo está bien, estoy acá, dijo gojo, -lo siento, dije yo mientras lo abrazaba fuertemente, así duramos un buen rato, hasta que finalmente lo solté

-sólo quiero decirte que no es tu culpa nada de lo que acaba de pasar, simplemen.., no pude terminar de decir nada más, gojo me volvió a poner contra su pecho, me había vuelto a abrazar, -pasé lo que pasé, siempre tendrás a alguien a quien abrazar en momentos así, no te preocupes, dijo gojo, yo me sentía mejor, había podido sentirme mejor sin necesidad de contarle todo lo sucedido, sentí que sin decir ni una sola palabra, gojo lo comprendía todo, -si te soy sincero, yo nunca tuve a alguien para abrazar en momentos así, así que me siento bien haciendo esto, además, puedes sentir los pectorales que he estado ejercitando tan duramente, dijo él riendo malévolamente, yo me alejé rápidamente, definitivamente esos comentarios eran del gojo de siempre, era muy gracioso, -tonto, le dije yo, mientras hacía cómo si le fuera a volver a pegar un puñetazo, la reacción de gojo fue el doble de graciosa, lanzó un pequeño grito mientras tapaba su cara con sus brazos, -vamos, sólo estoy molestando, dije yo riendo, -tonta, dijo gojo haciendo una mueca con su boca, -cómo me dijiste, dije yo mientras levantaba mi mano, -es una broma, dijo gojo con una cara de susto mientras se alejaba algunos pasos de mi.

El resto de tarde fue muy entretenida, gojo era el tipo de chico que decía bromas instantáneas, siempre tenía algún tipo de chiste, me dolía la boca de tanto reír, también mi estómago, eso era lo que tanto estaba necesitando, pero sentía algo de miedo, no quería volver a casa, sentía que aquel sentimiento de vacío iba a volver, pero ya debía irme. Habíamos terminado el trabajo, -ya es hora de irme, le dije a gojo mientras me levantaba de la silla, -te puedo llevar, dijo gojo, -ya es algo tarde para que te devuelvas de mi casa solo en el bus, dije yo, pues de mi casa a la de gojo habría casi media hora de distancia, al irme a acompañar, llegaría en una hora nuevamente a su casa, -bus?, de qué estás hablando, de verdad crees que yo montaría en bus, dijo gojo con una mirada de fastidio, era obvio, tenía tanto dinero cómo para comprar toda la estación de bus, jamás se montaría en uno por necesidad.

-no joven satoru, sus padres le prohibieron salir a esta hora, y más en su moto, joven, dijo él mayordomo muy
Firmemente

-vamos, hideki, hay una dulce chica que necesita de mí, dijo gojo mientas señalaba hacía mí, -es acaso su novia, joven satoru, dijo él mayordomo mientas me miraba fijamente, me preguntaba si gojo volvería a hacer lo de noche que nos encontramos con yuta, decir que era su novia, otra vez había pensado en yuta, en mi cara se vio otra vez una expresión de tristeza, creo que gojo lo notó, -no, pero es una buena amiga, dijo gojo mientras tomaba mi mano, me jaló y salimos de la casa, el mayordomo lo llamó varias veces pero nosotros sólo nos alejamos.

-mierda, dije yo mientras miraba el reloj, -que pasa,____,?, dijo gojo, -estuvimos mucho tiempo entretenidos con tu mayordomo, a esta hora ya no pasa el autobús que va hacia mi casa, dije yo mientas ponía mis manos sobre mi cabeza, no sabía que hacer.

Gojo Satoru x Lectora (Toda Una Vida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora