capítulo 37

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(me gusta cómo queda la canción de allá abajo con el final de la historia)

Estaba sentada con satoru en la sala, estábamos viendo aquella película que vimos antes de que él se fuera de mi vida, -que piensas ahora, satoru, tenía razón yo?, dije refiriéndome al final de aquella película llamada lalaland

-aún creo que lo que dijiste aquella vez es verdad, el final es bastante acertado, pero sabes, para ellos eso fue lo mejor, pero hay veces, que lo mejor no es lo más justo para el corazón, pues un amor de verdad no se vive dos veces, por que limitarte a pensar en que puedes vivir más amores, y no luchar por ese amor que te mueve el alma, dijo satoru

-definitivamente tu amor es de ese tipo que dices, ese tipo de amor que mueve mi alma, dije yo mientras lo observaba con una gran sonrisa en el rostro.

(...)

No tenia idea de lo mucho que habia estado esperando este momento en mi vida, poder disfrutar de la compañía de satoru por el resto de lo que me quedaba de existencia en este mundo, ya eramos bastante mayores, no sé muy bien cuántos años habían pasado, sólo sé que mi pequeña hija ya era toda una adulta, ya hasta se habia casado, a veces venia con su esposo a visitarnos. Satoru seguía siendo un gran pintor, su arte era muy bien recibido, aún con el paso de los años ni una gota de su talento se había ido, pintaba todos los días. por mi parte, yo ya no seguía trabajando en mi empresa, pues la habia dejado a cargo de mi hija y su esposo, ella me daba una cantidad semanal de dinero, era algo así como mi pensión, viva bastante cómoda, eran unos dias muy serenos.

Estábamos sentados en unas mecedoras con satoru en la entrada de nuestra casa, nuestro pasatiempo en las tardes era sentarnos y observar cómo el sol se iba desde lo lejos, y cómo su ida era el preámbulo para la llegada de la noche.

-ten, encontré esto en un vieja caja en el ático, dijo satoru mientras me daba una especie de sobre.

Al abrirlo, se trataba de una carta

"Hola, _____, sabes, hacer cartas es complicado para mi, odio el romanticismo, esas películas de amor no me gustan, pienso que ese tipo de amor sólo puede provenir de la mente de la persona que las crea, pues es un amor muy idealizado, sólo puede salir de la mente de una mujer, bueno, eso era al menos lo que pensaba antes, creo que ya te diste cuenta en la cama que no soy una mujer, disculpa, sé que ese tipo de comentarios te molestan, pero es muy divertido imaginar tu cara de disgusto, pero bueno, volviendo al punto, aunque yo no soy mujer, creo que eres esa persona que siempre imaginé, o mejor, yo no soy tan religioso, soy algo escéptico, pero sabes, aveces creo que dios te creo para mi, realmente eres una persona increíble, y también le agradezco a lo que sea que me hayas hecho caer tantas veces en la universidad, probablemente le tendré que agradecer a tu torpeza, también agradezco que tuvieras la suficiente confianza cómo para montarte en mi motocicleta, eso no lo hace alguien lo suficientemente cuerdo, pero no importa, mi objetivo es decirte que creo que eres increíble, y que me muero por ir lo más pronto posible a tokyo, no sé si está carta llegará a tus manos, es muy cursi, y yo sólo saco ese lado contigo, me da miedo que le muestres esto a maki y ella se entere de mi gusto escondido por el romanticismo, pero bueno, te extraño mucho- con mucho cariño, gojo satoru"

-es cierto, realmente eres un romántico de closet, dije yo riendo entre lágrimas

-creo que si no hubiera sido pintor, me hubiera encantado escribir poemas, todas moririan por mi escritura, créeme, aun con todos estos años encima, las jovencitas me encuentran realmente guapo, tienen un muy buen ojo, dijo satoru en un tono sarcástico, su sarcasmo no se iba con los años

-aun estás a tiempo de irte con una jovencita, pero eso sí, me debes dar una buena pensión satoru, dije yo riendo

-no, ni en esos diez años traté de salir con alguien mas, pues yo sólo te quiero a ti, y sabes, si yo escribiera poemas, todos ellos serían únicamente para ti, dijo satoru mientras ponía su mano en mi hombro.

El viento movía nuestros cabellos, el atardecer estaba al frente nuestro, tenía un hermoso color naranja, satoru observaba muy concentrado, pero mientras él observaba el bello atardecer, yo lo observaba a él, observaba la belleza de su ser, ver los últimos rayos del sol pegar en su rostro era un deleite único, me sentía muy afortunada, y me di de cuenta de lo mucho que lo amaba, y que apesar del tiempo, seguía igual de fuerte, no me arrepiento de nada, y le agradecia a Dios, a la suerte, o a el destino aquel momento de primer dia de universidad cuando choqué su espalda, cuando por primera vez lo vi.

Agradecí su mera existencia. con el viento fuerte pegando en las palmeras, con las nubes moviéndose de un lado a otro, en ese momento cuando estaba en aquella playa, junto a el amor de mi vida, mientras veiamos el hermoso atardecer y escuchábamos las olas chocar contra la costa, en ese momento me sientia infinita, así fue cómo Charlie de aquel libro que leí en mi juventud describió un momento así, pero cómo él también lo dijo, no sabrías cómo se sentía sentirse infinito si no estuvieras compartiendo cada día de tu efímera existencia junto a el amor de tu vida en una bella casa a la orilla del hermoso mar azul.

Gojo Satoru x Lectora (Toda Una Vida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora