capítulo 21

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Era bastante tarde cuándo llegamos a mi casa, estaba preocupada, mañana tendríamos que ir a la universidad nuevamente, por eso no quería llegar cansada, -maldicion, ya es media noche, dijo gojo mientras miraba su reloj, quería invitarlo a pasar, pero la última vez que dejé a alguien entrar a mi casa, esa persona no fue tan buena cómo lo esperaba, por eso sentía algo de miedo de darme tantas libertades con gojo, -te invitaría a pasar si no fuera por la hora, dije yo mientras abría la puerta

-que pasa con la hora, dijo gojo con una cara de extrañeza, me daba vergüenza explicarle las reglas de vivir en aquel apartamento, entre las cuales estaban no entrar chicos. Esta regla ya la había roto una vez, aunque no había pasado nada, pero tenía miedo de qué esta vez fuera diferente, mi vecina de al lado siempre estaba muy pendiente de esas cosas, era una señora algo mayor, por eso temía que pudiera contarle a la dueña

-acaso olvidaste que mañana hay una exposición que hacer, tonto, dije yo mientras entraba a la casa, -adiós dije antes de cerrar la puerta, -espera, dijo gojo mientras ponía su mano en la puerta, -te vas a quedar con mi chaqueta?, sé que el olor es irresistible pero  no quiero comprar otra, dijo gojo, mientras señalaba hacia su chaqueta. en mi cara se notó la pena, había olvidado quitarme la chaqueta, antes de quitármela vi un carro rojo acercándose rápidamente a lo lejos, sabía que se trataba de mi vecina de al lado, no tuve más remedio que quitarme la chaqueta y ponerla en la cabeza de gojo y tirarlo del brazo hacia adentro de mi apartamento

-vaya, señorita,___, que son estas horas, deberías de estar en la cama, dijo aquella señora mientras se bajaba del carro, ¿qué?, pensé yo, como una anciana puede decirme a mi que ya era hora de que estuviera en la cama, esa también era hora para que alguien de su edad también estuviera en cama, -mmm, es cierto, tengo algo de insomnio, dije yo desde la puerta a punto de cerrarla, -insomnio? Según vi estás acompañada, verdad, dijo esa abuela con una sonrisa muy hipócrita en su rostro

-claro, mi hermana acaba de llegar de mi pueblo, pobre de ella, es muy tarde, dije yo haciendo una expresión de tristeza

-tu hermana es realmente alta, trae la, quiero saludarla, dijo la señora mientras se paraba a unos metros de mi puerta, -hola, hermosa, me llamo shoko, dijo gojo tratando de hacer una voz femenina mientras asomaba su cabeza cubierta con la chaqueta por la puerta. no sentía tanto temor por eso, la falta de visión de aquella abuela estaba a mi favor, -vaya, que hermosa señorita, yo también estaba visitando a mi familia, por eso estoy acá hasta ahora, pero bueno mis niñas, espero descansen, adiós, dijo esa abuela mientras retomaba el camino hacia su casa al lado de la mía. Apenas la vi entrar a su casa solté una fuerte carcajada, -se nota que esa abuela tiene una fuerte falta de visión, dije yo mientras reía, gojo solo hizo una cara de disgusto

-en cualquier forma y presentación siempre seré el más hermoso, esa abuela no tiene mal ojo, dijo gojo con una mirada sarcástica, -si si, cómo tu digas, dije yo mientras seguía riendo. Gojo empezó a ver todos los lugares de mi habitación, cuándo llegó a la mesa con el florero, sacó su celular y me mostró una foto, era la foto de referencia del ramo de hortensias, -son igual de bellas que en la foto, dijo gojo para luego tomarles una foto, rápidamente volteó la cámara hacia mi lado y me tomó una foto, no me habría dado de cuenta de no ser porque el tonto no apagó el flash

-NOOO, GOJO, BORRA LA, dije yo gritando mientras trataba de rapar le su celular, definitivamente una de las cosas que yo más odiaba eran las fotos con la cámara trasera. Corrimos por todos los lados del apartamento, yo detrás de gojo, pues él aún no me dejaba borrar la foto

-está bien, para, dijo gojo mientras hacía una señal de pare con sus manos, -te lo ruego, borra la, dije yo muy insistentemente, esa era mi mayor inseguridad, siempre se me había tratado cómo alguien nada atractivo, por eso odiaba las fotos

-te ves hermosa, ____, por qué querría borrarla?, dijo gojo mientras me mostraba la foto desde su celular, -aunque sabes, pensándolo bien, shoko es más hermosa que tu, eso dijo la abuela hace un rato, dijo él riendo sarcásticamente, -shoko es muy bella, aunque tu para decir verdad, no lo eres, dije yo con su mismo tono sarcástico. Finalmente no le seguí pidiendo que borrara la foto, no creía que fuera a salir de aquel celular.

Vi a gojo ponerse su chaqueta, ya se iba a ir a su casa, la idea de invitarlo a quedarse cada vez invadía más mi cabeza, ya casi iba a ser la una de la mañana, no quería que manejara a una alta velocidad tan tarde

-quédate, es algo tarde para que manejes, dije yo, -no quiero causarte más problemas, linda, dijo gojo mientras salía por la puerta, se había puesto su caso, -de verdad no quieres quedarte?, dije yo a punto de cerrar la puerta, gojo solo cerró sus ojos y sonrió, sabía que él me quería decir que estaba bien, que no me preocupara por él, yo sólo le devolví la sonrisa y cerré la puerta, pero de verdad si necesitaba su presencia, mi casa ya no era un hogar para mí, me deprimía bastante.

Puse mi frente sobre la puerta, suspiré y seguidamente iba a cerrar la puerta con llave, cuándo de repente escuché cómo la tocaban, la abrí rápidamente y allí estaba. Lo observé y le di una gran sonrisa, me sentía feliz de que gojo no se hubiera marchado, él entró y me abrazó fuertemente, -no me alejes de ti, así sea sólo por esta noche, dijo gojo mientras acariciaba mi espalda con la palma de su mano, su abrazo era muy cálido, hacía qué todo el frío de aquel desolado y triste apartamento en el qué vivía se fuera. Agarré sus brazos con mis manos y le dije

-mira, gojo, yo quiero estar contigo, quiero conocerte, pero siento que debemos ir más despacio, quiero empezar a quererte por quién eres, y no sólo quererte para poder llenar un vacío qué alguien más dejó en mí. Gojo no dijo nada, pero ese silencio me hizo entender que él lo comprendía todo, que talvez esa personalidad tan sinica que tenia sólo era un escudo, aunque aún no sabía porque, pero no me importaba, pues sabía que debajo de aquella personalidad tan detestable, aveces se podía ver a un chico muy sentimental y sensible, que haría todo lo que hubiera en sus manos para verte bien.

Gojo Satoru x Lectora (Toda Una Vida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora