Gojo Satoru x Lectora (Toda Una Vida)

capítulo 36

(La canción de más abajo se las dejo allá)

Llegó el día, metimos algunas cosas importantes en la camioneta de satoru, él dijo que se había encargado de comprar todo hace un año atrás, desde el momento de nuestro reencuentro, ya había pensado en todo, me sentía muy feliz.

El viaje fue muy tranquilo, llegamos en la noche a aquella casa, cómo era de esperarse, todo estaba lleno de polvo, pasamos toda la noche limpiando, ni siquiera nos dimos de cuenta por el cansancio de que nos acostamos a dormir en el suelo.

Todo estaba ordenado, al despertar, lo primero que escuché fue el sonido de las olas chocando contra la costa, sentía el aire cálido por todo mi cuerpo, al ver hacia al lado mío, ahí estaba, satoru estaba profundamente dormido, al verlo vino a mi mente la primera canción de aquel CD que satoru me había dado, my kind of woman, su presencia en mi vida se escuchaba como esa canción, quedé tan absorta en mis pensamientos que nisiquiera pude ver a satoru levantarse

-que pasa querida, parece que no puedes parar de verme ni cuando estoy dormido, dijo él

-es muy divertido ver cómo la saliva sale de tu boca mientras duermes, satoru, dije yo mientas me reía, satoru inmediatamente paso su mano por su boca para ver si tenía saliva, su reacción fue muy divertida.

(...)

Satoru y yo nos casamos unos tres meses después de llegar a aquella casa, él me dijo que había comprado el anillo el mismo día que compró los anillos de promesa, porque sabía que él resto de su vida la quería pasar conmigo, eso mismo me dijo en aquella grabación que me había dado, de verdad me pareció muy apresurado, había tenía ese anillo guardado por más de diez años.

Nuestra boda fue en la playa, él invitó a sus padres y a nuestros antiguos amigos de la universidad, nanami pudo venir, ya era padre de dos hermosos niños, también trajo a su esposa, se veía muy feliz con su familia, me dijo que vivía ahora en malasia junto a ellos, habia dejado de trabajar con su abuelo y habia empezado un pequeño negocio junto a su esposa, habian abierto una panadería, él siempre fue un gran amante del pan, me hacia sentir feliz verlo dejar de trabajar horas extras y por fin hacer sus sueños realidad junto a su familia en aquel lugar al que tanto habia estado deseando vivir.

maki seguía soltera, para ella lo más importante era su libertad, veía el matrimonio cómo una atadura. geto también se había casado, pero no tenía hijos de sangre, había decido junto a su esposa adoptar a dos pequeñas niñas. haibara trajo a su novia, se veía muy feliz también. 

los pequeños niños, itadori, nobara y megumi ya eran todos unos adolescentes, habia crecido mucho desde la última vez que los vi, megumi habia venido junto a mi antiguo jefe toji, su padre, y junto a su madre. Itadori estaba junto a su hermano mayor, choso, y nobara había venido con dos amigas suyas. Todos tenían ya sus vidas hechas, me sentía llena, ver la felicidad de otros también llenaba la mía.

Papá me entregó en el altar, yo vestía un hermoso vestido blanco, satoru sabía mi amor por los vestidos, por eso trataba de hacer que mi vestido de bodas fuera el más bello de todos, y lo había logrado, ese vestido era un sueño.

Nos casamos. Estábamos en la pequeña reunion, todo estaba iluminado por la luz de las velas. después de hacer el brindis, tomé de la mano a satoru y lo llevé hacia la playa

-vaya, que hermosa noche, no crees, le dije a satoru, -claro, pero tu eres más hermosa, me haces sentir que vale la pena vivir cada día, te amo, y eso nunca va a cambiar, dijo satoru muy conmovido, era muy lindo ver su lado sentimental

-vaya, hablas cómo si fuéramos esposos o algo así, dije sarcásticamente, él y yo empezamos a reír. 

-empezó, dije yo, varios fuegos artificiales estaban en el firmamento, yo había mandado a hacer el espectáculo desde hace unos días, quería un muy bello espectáculo de fuegos artificiales el día de mi boda, además sabía que satoru también era un gran fan de ellos, y debajo de aquellas luces, volvimos a reafirmar nuestro amor tal y cómo lo habíamos hecho una noche hace diez años atrás.

(...)

El tiempo junto a él pasaba realmente rápido, ya hace dos años me había casado con el amor de mi vida, con satoru gojo, él nunca dejaba de ser detallista conmigo, aquel jarrón nunca estaba vacío, en él siempre había un ramo de hortensias rosas.

Nuestra vida era bastante hogareña, yo trabajaba desde mi computadora, la oficina estaba en tokyo, y satoru tenia su propio estudio de trabajo en la casa, siempre pintaba, pintaba cada una de sus vivencias conmigo, era realmente encantador. Mi hija siempre venía a quedarse en vacaciones, tambien venia medio mes junto a su pequeña hermana. aveces yo iba a verla a tokyo junto a satoru, nuestra vida juntos era realmente buena.

(El siguiente capítulo es el último)