capítulo 25

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Me levanté algo adolorida, sentía todo mi cuerpo entumecido, gojo seguía durmiendo. había dormido algo mal, pues gojo estaba durmiendo contra mi, miré y todo él resto de la cama estaba libre, traté de levantarme sin hacer que gojo se despertara, pero era difícil, realmente estaba muy pegado a mí.

Me levanté y para mi fortuna ya podía caminar con normalidad, fui hacia el baño a cepillar mis dientes.

Al volver a la cama, me di de cuenta que gojo ya no estaba por ningún lado, me pareció algo raro, aunque supuse que ya se había ido a su casa. Saqué un pedazo de pizza sobrante de mi nevera, no la quise calentar, me senté, cuándo iba a dar la primer mordida escuché mi celular sonar, era la dueña del apartamento, realmente me sentía desmotivada para responderle, pensaba que me iba a exigir que abandonará mi apartamento el día de hoy

-si, bueno?, dije yo, -______, disculpa, pero ya no necesito que me des el apartamento, te puedes quedar, dijo la señora, -DE VERDAD, grité yo, -sí, sólo que ahora el pago será por transferencia, dijo ella, -claro, si señora, no se preocupe, dije yo, nos despedimos, yo empecé a saltar en la cama, estaba muy contenta, pero me preguntaba porque el cambio tan repentino.

-vaya, que te tiene tan contenta, ______?, dijo gojo, me quedé quieta, -tú no te habías ido?, le pregunté yo, -irme sin despedirme de ti, eso jamás linda, dijo gojo mientras ponía unas bolsas en mi mesa, -qué es eso?,Le pregunté, -es hora de desayunar,  hoy te voy a demostrar que no sólo soy una cara bonita, hermosa, soy demasiado buenos en todos los aspectos, dijo gojo algo sarcástico, -sorprendeme, dije yo.

Gojo empezó a cocinar, se veía muy concentrado, por eso no le hablé, sólo me senté en la mesa a ver mi celular.

-ya está, disfruta, linda, dijo gojo mientras ponía dos platos sobre la mesa, eran unos pancakes, tenían fresa y plátanos picados finamente, también tenían miel, se veían muy lindos, muy bien hechos, -de verdad me has sorprendido, le dije a gojo, él sólo hizo una cara de orgullo.

Al dar la primera mordida, en mi expresión se pudo ver un gran disgusto, volteé el pancake, y vi toda su cara de abajo negra, estaba completamente quemado, yo sólo reí y le mostré el pequeño desastre a gojo, -te tocó el quemado, lo siento, pero para mi suerte, yo tengo el bueno, dijo gojo mientras me mostraba su pancake, estaba segura de que me había dado el quemado a propósito, yo sólo empecé a reír

-toma, yo comeré pizza, dijo gojo mientras acercaba su plato hacia mi lugar, luego recogió mi plato, y se levantó. al probarlo, realmente tenía un sabor delicioso, no era tan dulce, la masa había quedado muy suave, era un deleite

-por qué todo lo que haces, lo haces tan bien, dije yo, quería complacerlo, pero sabía que tratándose de gojo, lo que haría sería subir su ego, no podía esperar una respuesta humilde de su parte, -y eso que no has visto todo lo que hago, dijo él, yo me atragante con el pancake, tomé agua rápidamente, ese comentario fue muy directo, sólo lo miré y reí.

-Sabes, ya no tengo que irme, la señora me llamó, dije yo mientras me terminaba el pancake, -de verdad, es muy buena noticia, creo, dijo gojo, -claro, pero tengo que pagar por transferencia, pero no tengo una cuenta, no sé qué hacer, dije yo mientras me levantaba a lavar mi plato, -yo tengo, si quieres te puedo ayudar con eso,  dijo gojo. me quedé pensando en su ofrecimiento, era algo bastante cómodo para mí, yo sólo le debería dar el dinero en efectivo y él lo mandaría por transferencia, finalmente acepté.

Al lavar el plato, observé que el florero ya no estaba ahí, al mirar por el apartamento me di de cuenta de qué ahora estaba en mi mesa de noche, pero ya no estaba vacío, en el había un hermoso ramo de flores, de hortensias rosas, de verdad me sentía muy feliz, -te gustan?, dijo gojo, yo me acerqué a él y lo besé, -son mis favoritas, dije yo, -ya lo sé, por eso las compro, sólo para ti, dijo gojo, era un gesto muy lindo, realmente gojo era encantador.

(...)

Habían pasado unos cuatro meses, ya habíamos terminado el primer semestre, me sentía realmente feliz, era la mejor de mi grupo, mantuve mis notas, mi beca seguía, además mi relación con gojo se había hecho más cercana, siempre salíamos, él a veces se quedaba a dormir en mi casa, siempre me daba flores, aquel jarrón al lado de mi mesa de noche jamas estaba vacío, siempre había un hermoso ramo de flores en él.

Gojo me había invitado a su casa, llegué y me recibió muy cordialmente su mayordomo, entré y me dirigí hacia la biblioteca, pues ir a su cuarto sería algo inapropiado estando su mayordomo cerca. Entré y no lo vi por ningún lado

-oye, ven, escuché una voz susurrandome eso, yo seguí esa voz. Finalmente llegué a un cuarto con una puerta blanca, toqué pero nadie salía, cuando me iba a dar la vuelta, vi una mano abrí la puerta por mi espalda, y aquella persona me empujó dentro del cuarto, luego escuché la puerta cerrarse, toda la habitación estaba oscura, no podía ver nada, hasta que de pronto todas las luces se encendieron, al ver para todos los lados, habían varias pinturas pegadas a la pared, eran realmente hermosas, habían desde retratos hasta pinturas de paisajes,

-éste es mi lugar secreto, dijo gojo, ¡gojo!, lo vi e inmediatamente corrí a abrazarlo, -son tuyas?, le pregunté algo sorprendida, -así es, amo la pintura, dijo gojo, era verdad, se veía el esfuerzo en cada pintura, -te traje acá para mostrarte algo en especial, dijo gojo mientras le quitaba la sabana a un lienzo, era una pintura de aquel lugar al que gojo me había llevado una noche, aquel lugar dónde compartió con sus padres por última vez, y en medio de aquel campo lleno de margaritas, con luciérnagas por todos lados estaba yo, él me había pintado

-estuve varios meses haciéndola, creo finalmente ha llegado el día de dártela, dijo gojo, yo empecé a llorar, era un regalo demasiado preciado, podía tener una parte de gojo junto a mí siempre.

Al verme llorar, él me tomó entre sus brazos y me llevó hacia su pecho, sentía cómo su corazón palpitaba rápidamente, seguro estaba muy emocionado por darme aquel regalo, levanté la mirada, lista para darle un beso, pero esta vez no fui yo, gojo fue el que me dio aquel beso, -ya era hora de que yo lo hiciera, dijo él riendo, yo sólo reí de vuelta.

Fuimos silenciosamente hacia su habitación, al entrar me di de cuenta de qué era una habitación muy grande, tenía muebles muy lindos, su cama era el triple de grande que la mía, -vamos, dijo gojo mientras tomaba mi mano y me llevaba hacia su cama, nos lanzamos, y caímos suavemente, sentía que dormir en esa cama era cómo dormir entre las nubes, era muy suave, yo empecé a saltar en ella, gojo me observaba de una manera muy linda, tenía una pequeña sonrisa en el rostro, cuándo finalmente me senté dijo, -es bastante grande esta casa, cierto. yo asentí con la cabeza

-nunca había traído a nadie acá, quiero decir, a alguna chica, _____, a nadie nunca le había mostrado mis pinturas, la única vez que lo hice fue a mis padres, pero ellos tomaron esto como un hobbie inservible, realmente hubiera querido dedicarme a esto, pero supongo que mi destino no era este, dijo gojo, sentía cómo su voz se entrecortaba poco a poco, hasta que finalmente rompió en llanto, él me estaba abriendo su corazón, yo lo vi, acaricié su cabello y le dije

-nosotros hacemos nuestro propio destino, gojo, cómo sabes que algo es inservible si nisiquiera se lo has mostrado a alguien más, así como hay personas que no las aprecian, habrán otras que vean todo el esfuerzo que hay detrás de cada una de ellas, tu pintura me hizo recordar aquella inolvidable noche, plasmas tus sentimientos en cada pintura, eso es muy admirable.

Gojo solo me miró y dijo, -realmente crees que son buenas, -son increíbles, dije yo muy firmemente, gojo se echó a llorar más fuerte, parecía que esas palabras le habían llegado a él gojo pequeño, aquel que necesitaba unas dulces palabras que lo hicieran confiar en su talento, pues después de todo, lo único que había recibido en toda su infancia era el profundo rechazo de sus padres.

Gojo Satoru x Lectora (Toda Una Vida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora