Gojo Satoru x Lectora (Toda Una Vida)

capítulo 3

Llegó el día, ese que había estado esperando durante toda mi vida, el tren salía a las 11 am, estuve todo una semana antes preparando todo, la ropa, comida para unos días mientras me instalaba, afortunadamente encontré un apartamento con una renta extremadamente cómoda para mi presupuesto, pero en una zona un poquito alejada de la universidad.

Eran las 10.40 am, faltaba muy poco, aoi llegó hecha una mar de lagrimas
-_____ te voy a extrañar demasiado amiga, dijo ella entre lágrimas, no se despegaba de mí, me sentí feliz, mamá y ella estaban acá, me podía despedir de ellas, pero él no, papá ni siquiera me dirigió una palabra el resto de días que pasaron desde que se enteró, me dolía, pero tenía que poner por primera vez mis sueños por encima de los de alguien más, nadie va a hacer mis sueños realidad, solo yo misma podía. El tren llegó, abracé y me despedí de mamá y aoi, derramando un par de lágrimas, seguidamente subí al tren

-adiós, susurré melancólicamente mientras veía como me iba alejando poco a poco de ese pequeño pueblo que me vio nacer, mi hogar, todos los recuerdos de mi infancia estaban ahí, estaba nerviosa, iba hacia lo desconocido, pero nunca bajé la cabeza, mis esperanzas seguían altas.

Aproximadamente llegué a tokyo a las 5pm, era tarde, mis maletas me pesaban, pero mi sonrisa nunca se borró, aunque casi se borra cuando recordé que tenía que ir caminando de la estación hacía mi apartamento, casi a media hora de distancia, quería llorar, pero seguí

(...)

-eres___, verdad?, dijo una abuelita que me esperaba pacientemente en la puerta del apartamento,- sí, soy ___, mucho gusto, le respondí con una cálida sonrisa, la emoción se notaba en mis ojos, casi rompo en llanto cuando la casera me dio las llaves, me mostró todo el lugar y me dijo las reglas

-la primera regla es que debes de moderar el ruido que produzcas, es un vecindario tranquilo, no nos gusta el ruido, la segunda regla es la puntualidad en el pago, el pago debe ser mensual y en físico, vendré cada mes por el dinero, no lo olvides, la ultima es que no puedes traer chicos o mascotas, son apartamentos para una sola persona, no se aceptan visitas, menos de hombres tú siendo una señorita

-está bien, entendido, muchas gracias, le dije moviendo mi mano en señal de despedida pues ella ya se estaba yendo.

me quedé pensando en las reglas, de las tres reglas la única que me preocupaba era la segunda, solo tenía para dos meses de renta, debía buscar un trabajo lo más pronto posible, la primera era fácil, porque probablemente solo iba a llegar a dormir, entonces no haría mucho ruido y la última también era fácil, mascotas no podría tener, lastimosamente sería un gasto más, no me podía permitir eso, y con el tema de los chicos, durante mis 17 años ningún chico se había interesado en mí, podría ser por mi personalidad tan solitaria e introvertida, pero no me importaba, después de todo yo solo quería estudiar, poder conseguir un trabajo, no tenía ninguna otra preocupación en mente.