Chapter 13

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Pasaron varios días de aquel encuentro inesperado con San, tampoco quería pensar demasiado en que hacía persiguiendo a aquel tipo pero me encontraba a mí mismo pensando en eso en algún momento del día. Después de conocerlo, los sueños que tenia meses atrás volvieron a aparecer con más frecuencia pero seguía sin saber quiénes eran, aunque la figura del niño se me hacía conocida. Tampoco sabía el porqué de aquello pero no me importaba, ya que me hacía bien soñar aquello y tener buenos momentos.

Ese día, estaba registrando varias llamadas de clientes que vendrían al restaurante, era conocido por lo que no me sorprenderia cuanta gente vendría en un día o en una mañana. A mi lado estaba uno de mis compañeros, de nuevo estaba demasiado encima de mí y viendo lo que hacía, le notaba mirarme de vez en cuando poniéndome incómodo.

Al escuchar que alguien nuevo entraba suspiré de alivio al sentir que se alejó de mí, terminé de apuntar varias cosas que faltaban y levanté mi vista para ver quién era. Abrí un poco mis ojos al ver a San allí mirándome de aquella manera fija y profunda para sonreírme suave al ver que me le quede mirando.

Hola de nuevo, Yeosang, estoy aquí porque reservé una mesa hace unas horas -al yo seguir sin decir nada, San volvió a hablar- ¿la anotaste verdad? -noté su voz algo divertida mientras miraba donde yo antes estaba escribiendo, inclinándose hacia mí- aquí estoy, Yeosang.

Lo que creía que era su perfume me llegó de manera suave al San aproximarse. Olía demasiado bien, era un aroma que recordaba desde pequeño que siempre me ha gustado.

Sabía que me hablando pero quedé embobado mirándole más detenidamente, ya que cuando chocó conmigo era de noche no había mucha luz, ahora que le veía bien, San tenía el pelo largo con un mullet tintado en gris pero fueron sus hoyuelos los que me hicieron sonreír inconscientemente,creo que ni pestañee mientras le observaba, tocaron mi hombro haciendo que salté en mi lugar.

¡Si! Digo, si perdón, pensaba que llegarías más tarde, ven, sígueme, San -Salí rápidamente salí de mi lugar porque había notado una mala mirada de mi compañero, más un toque que me tenso, coloqué mejor mi camisa blanca acercándome a San-.

Le guíe hacia una de las mesas que estaban enfrente de la recepción y cerca de unas ventanas, su voz detrás de mi hizo que le mirase atento.

Me alegro saber que estás bien y tu pie mejor, por lo que puedo ver -señalo mi pie y luego a mí por unos segundos para mirar al frente, suponiendo que a su mesa correspondiente-.

Humedecí mis labios nervioso y asentí lentamente, no era del todo verdad eso, ya que volví a patinar después de que creciese Minki.

Después de terminar aquí, debía ir de nuevo a la pista, hice todos los cambios posibles para tener más horas libres y así descansar.

Si algo así, no te preocupes, gracias por acompañarme a mi calle aquel día, San, déjame invitarte otro día a un té o café ¿por favor? -me giré para verle acercarse-.

Tuve que alzar la cabeza para verle ya que pensé que no quedamos tan cerca, por algún motivo que desconocía me sentía tranquilo con su cercanía pero me separé un poco ya que yo trabaja allí.

Aunque ya me imagine que te veo por la calle corriendo -hablé más para mí mismo soltando una leve risa al imaginarme eso-.

Tuvo que hacerle gracia lo que dije porque San comenzó a reírse un poco, haciendo que se le marquen un poco los hoyuelos que él tenía, sonreí escuchando su risa, me permití memorizarla y esperaba escucharla más de seguido.

Seria yo quien corriese detrás de ellos por tu calle -sonrió San volviendo a fijar mi vista sobre mi negando y vio aquella mesa como pensando algo o eso me pareció hasta que entraron más personas y fijo su vista sobre ellos, hice lo mismo y de pronto sentí que sobraba, suspiré con un leve puchero y me despedí de él con una leve sonrisa- Nos vemos San, que vaya bien, la comida.

𝐏𝐎𝐑𝐂𝐄𝐋𝐀𝐈𝐍 [S𝐚𝐧S𝐚𝐧𝐠]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora