Chapter 23

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Con la ayuda de San y su presencia, agradecía que poco a poco me olvidase de todo lo que paso con mi ex pareja, supuse que se fue del país y la verdad eso no importaba ahora. Importaba más el como me sentía y como iba mejorando de a poco con la presencia de San. Porque al final de cuentas no llegué a quererle, me importaba, si, pero no tuve en ningún momento ese sentimiento por mi ex.

Tampoco dio tiempo y siendo sincero, no creía llegar a quererle con intensidad.

Ahora volviendo a la realidad, pasaron varios días y no faltaba uno en donde San y yo, nos veíamos o hablásemos.
Tal vez algún día no podíamos coincidir por temas de trabajo pero si San no podía venir a casa, nos veíamos en la suya, acompañado de Minki por supuesto.

Mi hijo tampoco se quedaba atrás, siempre cuando veíamos a San, sonreía de manera pequeña moviendo sus pequeños brazos hacia él, denotando lo feliz y agusto que estaba con San.

La noche anterior le pedí a San, si podía quedarse con Minki por unas horas, ya que no podía quedarme con él, tenía que ir al trabajo por unas horas y no dude en pedírselo a él.

Sabía que iba a estar bien y a seguro con San.

Asi que aquí estaba, apunto de salir del trabajo cuando se puso en mi camino mi compañero impidiéndome salir.

Perdona ¿Puedes dejarme pasar? Tengo un asunto importante que hacer -dije con la voz más tranquila posible mirandole para que me dejase pasar, cosa que no sucedio-.

¿De verdad porque no le despiden?

Solo, si aceptas estar conmigo Yeosang, tenemos que estarlo -frunci el ceño contrariado por lo que dijo, agarrándome del brazo con algo de fuerza- enserio Yeosang, de una vez.

No estaré contigo, suéltame, me haces daño -intente zafarme de su agarre siendo así que lo hizo más fuerte, sacándome un gruñido por la fuerza excedida- ¡Suéltame!

Tiré hacia atrás de su brazo librandome de él, alejandome rápidamente antes de que me interrumpiese de nuevo.
Estando fuera, tomé aire repetidas veces y camine rápidamente por la calle, miré atrás un par de veces desviandome porque sentía una mirada clavada sobre mi y no quería que me siguiera o peor llevarlo a la casa de San.

Una vez más miré hacia atrás y suspiré lentamente apoyado en la pared, parpadeé cuando comenzó a caer una ligera lluvia, por lo que comencé a correr al ver que se intensificaba, no quedaba mucho para llegar a casa de Sannie pero mientras corría rápidamente quedé empapado al pasar un coche por mi lado sin siquiera apartarse.

Antes de llegar, me desvié para ir a comprar comida para los tres, tenía el presentimiento que San, no comió nada en todo el día y decidí hacerle una especie de sorpresa a San.

Oh no... -me sacudí la ropa y el cabello para sacarme el agua y suspiré-.

Cuando llegase a su casa le pediría a San, si podia darme una ducha allí, solo esperaba que me dejase.

Llamé a la puerta rápidamente esperando, al cabo de unos segundos pude ver a San cargando a Minki con una sonrisita, contagiandome la suya.

Hola bebés ¿Puedo pasar? -sonrei ligeramente temblando de frío, levanté mi brazo enseñando una bolsa que llevaba de comida-.

¿Le dejamos pasar? Me llamo bebé a mi también -habló Sannie a Minki con una sonrisa, recibiendo un puchero de mi parte- pasa Sangie.

Sonreí pasando dentro, miré su casa nuevamente al sentirse cálido allí, acomodé mi cabello escuchando la voz de San detrás de mí.

Yeo, será mejor que te des un baño, ven sígueme -San cargó mejor a mi hijo en sus brazos y camino al baño mientras le seguía-.

Observé que Minki estaba mirándome con su pequeña sonrisa, antes de voltear y esconderse más cerca del cuello de San.

𝐏𝐎𝐑𝐂𝐄𝐋𝐀𝐈𝐍 [S𝐚𝐧S𝐚𝐧𝐠]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora