Chapter 40

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Aviso: en una parte de este capítulo, porfavor que nadie me malentienda, no es sexualizado, ambos son novios y estaban jugando a provocarse. Repito que nadie malentienda esa parte.

Disfruten de su lectura. ♡

Las navidades pasaron rápidamente pero no me quejaba ya que pude ver a Minki jugar con sus juguetes, sobre todo con el pato, ya que si le movía empezaba a sonar y mover las patas, definitivamente ese juguete no les gustaba a los gatos porque salían corriendo del sitio aunque a Minki sí que llegaba a gustarle porque llegaba a reírse.

Uno de sus juguetes era mío, específicamente unos zapatitos que sonaban haciendo el ruido característico de una rana. Era adorable escuchar por la casa aquel sonido sino también porque así podíamos saber San y yo, donde estaba exactamente Minki.

Porque cuando jugábamos al escondite, tenía una manía de esconderse por donde estaba la lavadora y si le pillábamos, San y yo nos hacíamos que no veíamos nada para que pudiera esconderse en otro sitio.

También uno de sus regalos era un pequeño juego de diferentes pinturas y colores, fue San quien compró ese juego, según me dijo que nada más verlo decidió comprarlo porque si Minki seguía pintando le convertiría en artista como él. Y por la sonrisa que puso nuestro hijo supe, que así sería cuando estuviera más grande.

No fue hasta que unos días más tarde, en dónde estaba la casa tranquila me pregunté que estaban haciendo y curioso subí al piso de arriba en silencio, sus voces bajas me llevaron al estudio de pintura que tenía San, le acomodé esa habitación sabiendo que esa no se utilizaba y lo usaría para pintar.

Me asomé un poco curioso sin decir una palabra y la imagen que tenía me sacó una sonrisa.

¿Quieres ayudarme a pintar? -Escuché la voz de San en un susurro preguntándole a nuestro pequeño niño-.

Minki sin pensarlo asintió de manera rápida dándole una sonrisa pequeña, sujetando lo que parecía un pequeño pincel en una de sus manos.

Mordí mi labio retirándome de allí en silencio para dejarlos a ambos, totalmente conmovido por ese momento que pude ver.

Ahora estaba más seguro de que Minki podría ser un pequeño artista y San le ayudaría en todo lo que pudiera.

Así fue como pasamos las navidades.

Ahora, cuando San no estaba por motivos de trabajos, le echaba mucho de menos, había días que no volvía hasta el día siguiente, me preocupaba que no durmiera y que no se cuidase porque aparte de entender que su trabajo muchas veces requería mucho tiempo fuera de casa, eso no significaba que sintiese un nudo en mi estómago cuando le veía tan cansado. Había momentos en que la angustia me llenaba y no sabía qué hacer con exactitud, más cuando supe que alguna noche dormía hora y media en su despacho y luego volvía a trabajar.

Por eso una noche decidí abordar el tema cuando estuviera en casa pero fue mi novio el que me sorprendió cuando me cargó en brazos. Parpadeé confuso abrazándome bien a él viéndole preocupado por su silencio, normalmente sus silencios eran tranquilos pero este específicamente le sentía diferente por lo cansado que le notaba.

¿San? ¿Qué pasa? -Al verle negar, mordí mi labio dejando que me llevase al sillón-.

Me acomodé mejor sobre el intentando ver que sucedía, suspiré apoyándome en su toque dejando caricias por su pecho. Miré sus manos por mis piernas sintiendo un escalofrío por mi espalda, esta vez iba en pantalones cortos y una de sus camisas.

𝐏𝐎𝐑𝐂𝐄𝐋𝐀𝐈𝐍 [S𝐚𝐧S𝐚𝐧𝐠]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora