𝐏𝐎𝐑𝐂𝐄𝐋𝐀𝐈𝐍 [S𝐚𝐧S𝐚𝐧𝐠]

03.

"Por favor toma mi mano fuerte, para no deambular por mucho tiempo"

"Abrázame y abrázame, mi brújula es tu susurro, incluso si se remonta a mucho tiempo, por favor continúa a mi lado."

"No estoy seguro, no sé el camino, como un gato callejero sin ti"

"El sol saldrá después de la lluvia y el viento, sí."

MIST - ATEEZ

¿San? –llamé con voz insegura y quebrada porque es distinto a todo lo anterior-.

Estaba de nuevo en el pasillo oscuro, demasiado largo, llamaba a San porque sentía en mi pecho que algo iba mal, incluso despierto, me dolía, tenía un mal sabor de boca que no podía entender.

Giré un pasillo viendo a lo lejos a alguien de espaldas, esa espalda y figura para mí era tan reconocible.

Es San.

¡San! –corrí hacia a él desesperado porque eso no era un recuerdo-.

Cuando fui a tocarlo, noté algo impactar contra mi cuerpo cayendo al suelo, agarrado a mi nariz.

No, no podía pasar esto de nuevo.

Quiero verlo, abrazarlo como siempre, quiero sentirme seguro.

Pero no podía, estaba el muro, solté una maldición agarrando mi cabeza comenzando a pegar al muro teniendo una bola de agonía y pánico cuando escuche como si San se estuviera quejando, notando mi pecho doler al verlo así y yo no poder hacer nada.

¿Qué estaba pasando? ¿Qué está pasando donde esta él?

Me apoyé en ese muro cansado, sintiéndome inservible agachando mi cabeza.

Cuídate mucho Sannie, que no te hagan nada malo... -murmuré soltando una risa quebrada, al sentirme tan inservible al querer ayudarlo pero no poder-.

Mai... -quedé en silencio al escuchar esa pequeña voz- mai...

Sentí como el suelo empezaba a moverse de manera brusca, rompiéndose bajo mis pies.

Me di la vuelta viendo a San con pánico y luego al suelo.

Todavía no... no quiero despertar... -cerré mis ojos con fuerza, dando un salto a otro lado cuando sentí el vacío por un momento.

Sentí mi cuerpo zarandearse unos segundos tocando el suelo cuando otra sacudida, ya no había nada bajo mis pies.

Miré una última vez a San soltando un grito alzando mi mano, mientras caía al vacío con velocidad.

¡Mami! –abrí mis ojos de golpe viendo a todos lados, dándome cuenta que estaba en la cama y Minki con un gesto de preocupación mientras me miraba-.

Había gritado también en la realidad antes de despertar.

Me incorpore quejándome porque me dolía el cuerpo por algún motivo, volví a mirar a MinMin cuando noté sus manitas en mi rostro, apartando las lágrimas que no sabía que tenía, de una manera algo torpe y adorable.

Lo siento... Mami está bien... -susurré abrazando su pequeño cuerpecito contra el mío, llenándome de su olorcito suave poco a poco- mami es tonto, perdóname –besé su carita con suavidad calmándome poco a poco-.

Pero esa sensación en mi pecho de que pasó algo, nunca se fue.