𝐏𝐎𝐑𝐂𝐄𝐋𝐀𝐈𝐍 [S𝐚𝐧S𝐚𝐧𝐠]

Chapter 12

Minki nació un viernes trece a las cinco de la mañana.
Los médicos me comunicaron que era un niño sano y su peso era correcto. Cada día que pasaba iba recuperándome poco a poco.
Minki nada más despertar buscaba su propio alimento pegándose a mi pecho, sacándome un gemido de dolor al succionar tan fuerte.
Eran esos momentos en donde me sentía tranquilo teniendole en mis brazos, repasando su carita con suavidad de no asustarlo.
Era muy inquieto, miraba a todos lados cuando escuchaba un ruido con los ojitos bien abiertos. No dude en cambiarlo de ropita cuando me ofrecieron a hacerlo, poniéndole más cómodo.

De noche me acercaba a su cunita despacio para admirar como dormia con los brazos extendidos y sus manos hechas puño. Me calmaba ver cómo descansaba por qué así desconectaba de cómo me sentía.

Me encontraba de nuevo solo, por qué nada más nacer Minki, desapareció de nuevo, sin darme una explicación...

Lo único que me hacía seguir adelante era mi hijo y mis amigos que llamaban cada cierto tiempo.

Al cabo de unos días pude irme del hospital, salí de allí lo más rápido que pude, esperando no volver pronto.

En todo el viaje no dejaba de pensar en que estaba pensando para irse, no encontré una respuesta.

Pude ver mi casa cuando más nos acercabamos, agradecí mentalmente que pronto me iría de esa casa para mudarme en donde quería hace unos meses atrás.

Un nuevo comienzo.

Mis amigos llegaron de sorpresa un día después a mi casa pero mi vista viajo a sus maletas.

¿Chicos..? -los miré con curiosidad estando en la sala ahora más cómodos-.

Decidimos mudarnos aquí, estamos juntos en esto Yeosang, no estás solo -habló Yunho abrazándome con cuidado- a mi pareja le parece bien y Jeonghan también me dijo que a Joshua está de acuerdo.

Miré a todos sin saber qué decir aguantando las ganas de llorar enfrente a mis amigos y abrazarlos mientras quería decirlos que eso no era necesario.

Pero no pude hacerlo, no cuando estaban todos allí sonriéndome y Yunho teniendo en brazos a mi hijo con una sonrisa feliz.
No cuando Seonghwa y Mingi hablan bajo viendo la casa teniendo sus meñiques unidos.
Y Jeonghan con Joshua sonriendo enseñándome fotos de su apartamento.

Me sentía abrumado viendo a mis mejores amigos de nuevo. Y así hicieron, cada uno de mudó aquí sin muchos problemas.

Mentiría si dijera que no estaba agradecido.

Ellos me ayudaron mucho en todo este tiempo para que no estuviera solo, cuidando a Minki.

Pasaron varios meses sin noticias de mi pareja.

Notaba como Minki crecía poco a poco, pasaron dos meses y se notaba lo crecidito que estaba pero aún así era mi bebé. Eso no iba a cambiar.
Sus ojitos se iban aclarando con el paso del tiempo así como su poco cabello.

Pero volvía a pensar en él cuando estaba solo, estuvimos juntos más de cuatro meses.

Fueron meses en donde me encontraba que no podía más cuando Minki lloraba por la noche, lloraba muchísimo y nada hacia para calmarlo o cuando enfermaba.
Me sentía realmente mal ver a mi hijo así y yo no podía hacer nada en esos momentos y terminaba llorando a su lado, tratando de calmarlo, cantándole bajito, poniéndole pequeños paños a intervalos de tiempo cuando tenía fiebre.

Terminaba dormido al lado de mi hijo acurrucandole en mi pecho.

Ser padre nunca es fácil pero merece la pena ver a tu bebé, hacer pequeños ruiditos cuando quería algo o solo quería estar en mis brazos muchas veces. Verle crecer poco a poco.