Chapter 4

317 31 18
                                    

Con el paso de los días no dejaba de darle vueltas al asunto porque aunque el me pidiera aquello, algo en su expresión o modo de hablar me decía que no confiara en sus palabras, sentía que algo no estaba bien.
Tuve la suerte de poder disuadir la idea de Yunho y Mingi, de ir a hablar con él personalmente.
Eran buenos amigos pero no quería que se metieran en líos por mi culpa.

Las peleas no me gustaban nada y siempre pensé que al final, siempre sale todo lo que escondía mi ex pareja.

Y así fue, dos días después, estaba paseando por la calle con Yunho cuando le vi.
Iba tomado de la mano de una chica llevando varias maletas.
Con curiosidad queriendo negar lo que estaba viendo, me quedé viendo esa escena hasta que su taxi, supuse que lo era, se fue. Por un momento me quise negar eso pero mi dolor en el pecho, me hacía confirmar lo que no quería.

Nunca más volví a verlo y esperaba, jamás volver a verlo.

¿Cuánto tiempo paso después de eso? ¿Tres semanas? ¿Casi dos meses? Si, seguramente pero de lo que estaba seguro era que pude superarlo con bastante esfuerzo, no era fácil que de la noche a la mañana, te encontrases solo casi la mayoría del tiempo.

Sin quererlo llegué a pensar sobre si quería esto, si estaba bien así, sabía que era normal que te surgieran dudas pero solo de pensarlo me sentía culpable. Dudas que se esfumaron cuando pude ver aquella pequeña manchita gris en la primera ecografía de las primeras semanas.
Era mi bebé, un pequeño regalo que la vida me trajo y mi pequeño salvavidas.

A día de hoy, hice unos pequeños cambios en mi casa, nada del otro mundo.
Aunque había una cosa que si me pasaba con frecuencia, había escuchado muchas veces historias cuando era pequeño, pensé que eran eso, historias.
Porque había pocos casos que si existían. Tampoco tuve la oportunidad de preguntar más sobre eso, porque era pequeño, eso me entristecía.

Recordaba aquellas historias, que en cualquier momento puedes soñar con alguien que todavía no conoces, en un futuro que todavía no está cerca pero que está ahí.
No sabía bien si eso era real pero cada vez que soñaba, era la misma escena, solo que no podía verla claramente porque no podía acercarme.

Tampoco sabían quiénes eran, solo eran tres personas que estaban juntas, la escena era muy linda, sentía una calidez que no podía explicar bien y menos porque mi corazón latía tan rápido cuando despertaba.
Ese día no fue la excepción, estaba consiguiendo acercarme más cuando me despertaron de golpe por uno de mis mejores amigos.

Mierda Jeonghan, ¿no puedes venir un poco más tarde? -Hablé con la voz algo ronca al despertar y le miré restregando mis ojos con mucho sueño, miré que llevaba sus dedos a sus labios en señal de silencio por lo que alce mi ceja extrañado.-

Estaba tentado de dormirme de nuevo e ignorarle pero sabía cómo se ponía. Le quería mucho pero hay veces que me daban ganas de tirarle un zapato a la cara.

No deberías decir malas palabras, más si esta la bolita presente -Habló como si fuera lo más obvio del mundo, estando con los brazos en sus caderas. Al ver que ponía los ojos en blanco y le daba la espalda me tomó de la pierna tirando de ella para que me levantase- ¡Kang Yeosang, mueve el culo, tienes que ir a ver cómo está él bebe y a esa entrevista de trabajo!

Ah sí, la entrevista… No podía quedarme de brazos cruzados, no me gustaba estar sin hacer nada, estando o no esperando al bebé, quería conseguir un trabajo. Sentía que si no hacía nada, me sentía inservible.

Solté un largo bufido levantándome con pereza minutos después, le saqué la lengua entrando al baño, escuché que bajaba por lo que pude ducharme tranquilo, bajé mi vista a mi vientre, no se notaba apenas, solo un leve bultito. Poco tiempo después bajé ya vestido, al ver el desayuno mordí mi labio con una sonrisa y abracé a mi amigo abrazándole por ese detalle.

𝐏𝐎𝐑𝐂𝐄𝐋𝐀𝐈𝐍 [S𝐚𝐧S𝐚𝐧𝐠]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora