𝐏𝐎𝐑𝐂𝐄𝐋𝐀𝐈𝐍 [S𝐚𝐧S𝐚𝐧𝐠]

Chapter 5

Yeosang, ¿estás bien? -escuché a uno de mis amigos haciendo que, dejase de pensar en cierto chico pelinegro que acababa de encontrarme hace poco en la calle. Al ver que no contestaba tocaron mi hombro-.

Si, solo ando pensando en el trabajo, me fue bien, empiezo en unos días -sonreí un poco, mintiendo en una parte, no les diría nada porque seguramente no le volvería a ver-.

¡Eso es genial, Yeo! Serás nuestro maître -Habló Jeonghan, recibiendo un asentimiento de mis tres amigos, dándole la razón haciendo que ruede los ojos riendo mientras negaba- Bueno, empecemos a celebrar, menos tu Yeosang, asique tu no beberás alcohol.

Con un asentimiento de mi parte comenzamos a cenar juntos en casa, la verdad es que no tenía prisa ya que todavía no trabajaba pudiendo así descansar.
De vez en cuando miraba a mis amigos sin decir nada, disfrutando de su compañía, los había extrañado mucho y momentos así hay que disfrutarlos. Reí en un momento en donde Mingi, nos hizo recordar cuando Seonghwa se puso a bailar en una silla porque perdió una apuesta y se cayó de cara al suelo, torciéndose un pie.

La noche paso rápidamente entre anécdotas de todos y recuerdos que tenemos de varias situaciones pero, la fiesta término cuando Mingi termino dormido sobre Seonghwa, el cual lo cargo como un saco de patatas y salieron de mi casa junto con Yunho, despidiéndose de mí.

Recogí mas rápido gracias a Jeonghan, ya que se quedaba a dormir hoy, cosa que agradecía, todavía no me acostumbraba a dormir en mi casa solo. Poco después estando ya ambos en nuestros respectivos cuartos, me permití volver a pensar en aquel chico, sintiéndome inquieto de repente, negué para olvidarme de una vez.

¿Veré de nuevo al chico de mi sueño? -Hablé para mí mismo, quería porque cuando los veía sentía una calidez y paz inmensa- Aparecer por favor… -hice un puchero recordándolos y con aquella imagen me dormí-.

Volví a soñar con ellos pero de nuevo cuando estaba a punto de acércame a ellos, sentí nauseas llegarme haciendo que despierte y corra al baño para poder devolver. Froté mi vientre en un inútil intento de calmar aquellas nauseas pero, no funcionó terminando devolviendo de nuevo quedándome arrodillado con leves temblores esperando a que se pasase. Al poco tiempo conseguí levantarme, asearme y volví a la cama para volver a dormir.

Era aún muy temprano, ni amanecía por lo que en lo que me acomodaba en la cama volví a caer dormido.

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¿Seguro te sientes bien para salir Yeo? Te ves pálido… Ósea, mas pálido de lo normal, pareces un muerto -Rodé los ojos por aquella comparación pero no negué que me sentía mal- Pero un fantasma muy tierno y pequeño -Habló con rapidez por la mala mirada que le di-.

Oh, gracias Jeonghan, ahora que se eso puedo salir en Halloween como un fantasma… ¡¿no sabes que no hay que decir algo así a un embarazado!? -abulté mis labios indignado lanzándole una cuchara a la cabeza, la esquivo y bufe porque no le di-.

Llevo así desde la madrugada, creo que me sientan mal algunas comidas -suspiré algo cansado acariciando mi vientrecito que estaba un poco abultadito porque ya iba a entrar en el segundo mes, apenas se notaba pero, si te fijabas bien podías verlo un poco hinchadito-.

Vale, entonces seguro que quieres ir a la pista de patinaje, te sacaron fuera Yeo… es peligroso -suspiró entendiendo su preocupación y sonreí-.

Si, realmente no pueden despedirme, solo darme de baja, iré a quejarme ¿vendrás? -Le miré un poco esperanzado porque necesitaba su apoyo y me daba miedo si intentasen algo, ahora más con el pequeño que crecía sano y tranquilo en mi interior-.

Claro, vamos Yeo -tomé mi mano y salimos de mi casa, yo más abrigado haciendo que parezca más chiquito y tierno al llevar un gorro y bufanda-.

Parezco un muñeco ¿Por qué me hiciste llevar todo esto? -Le miré moviendo mi nariz algo disgustado al ver que algunas personas me miraban más de la cuenta-.

Porque no quiero que te resfríes y eso le afecte tanto a ti como a mi sobrino o sobrina -me miré haciendo que lo vea más indignado y rodé los ojos decidiendo callarme por el rato que quedaba para llegar-.

Cuando llegamos, nos pusimos manos a la obra hablando con las personas correspondientes, más tarde pudimos llegar a un acuerdo horas después.
Tenía hambre, no pudimos comer y yo ahora comía por dos, tiré del brazo de Jeonghan para avisarle si podíamos ir a comer algo antes de que él se fuera a trabajar e irme a mi casa.

Ya fuera sentí que me llamaban, no conocía la voz y miré a mi amigo extrañado, opté por darme la vuelta y allí estaba, el chico de ayer, acercándose con una sonrisa a nosotros, teniendo su vista fija en mí haciendo que me sonroje y ponga nervioso.

Hola de nuevo Yeosang, no esperaba verte aquí -sonrió de lado mientras miraba el agarre que tenía en mi amigo por unos segundos-.

Trabajamos aquí, Yeosang patina desde pequeño, es más conocido y bueno patinando -hablo mi amigo mirándole neutro mientras yo los miraba sin saber que decir-.

Eh, Hannie, no hace falta que digas eso, no es cierto -hablé en un susurro mirando a mi amigo y un carraspeo me hizo voltear hacia el chico-.

Ah, qué bien, me gustaría hablar con Yeosang a solas -pase saliva viéndole nervioso y mire a mi amigo debatiéndose para finalmente irse dudoso- Mejor así Yeosang.

Yo eh yo… esa no fue forma de hablar a mi amigo ¿Qué quieres? ¿Te debo algo? -Le mire cruzándome de brazos esperando por una respuesta pero, solo escuche una risa de su parte-.

No -dio un paso hacia mí casi ocupando mi espacio personal, fruncí el ceño sin entender nada de lo que hacía poniéndome algo incómodo por la cercanía. Dejé mis manos guardadas en mis bolsillos- Me gustaría salir contigo hoy.

¿Q-qué? -hable tartamudeando notando mis mejillas calentarse un poco mirándole extraño-.

Noté que mi estómago se revolvió mientras nos quedamos en un silencio tenso e incómodo.

Pt. 1/2