𝐏𝐎𝐑𝐂𝐄𝐋𝐀𝐈𝐍 [S𝐚𝐧S𝐚𝐧𝐠]

Chapter 36

¿San? ¿Estás bien? -me senté mejor en el césped mientras dejaba a Minki dibujar concentrado-.

Como después todavía teníamos ganas de estar fuera y pasar el día juntos, vimos buena idea ir al nuestro parque preferido, al que siempre vamos mi novio y yo. Se podían ver como había niños jugando en los columpios con sus padres pero no llegando a ser molesto ya que elegimos un lugar algo apartado para estar tranquilos por el tiempo que decidamos estar allí.

Oh si si, solo son unos temas del trabajo, todo bien bebé -asentí despacio viendo como Minki utilizaba las piernas de San como mesa para dibujar-.

Como todavía Minki no caminaba bien, quedaba paradito sentado pidiendo que le aupemos o venia el gateando rápidamente hacia nosotros.

Volví a acostarme en el césped para ver mejor que andaba dibujando Min cuando el toque en mi cabello, hizo que mirase de nuevo a San y acercarme más a él, al notar que quería contarme algo mientras seguía jugando con mi cabello.

Cerré mis ojos un instante escuchando a nuestro bebé parlotear, sin llegar a entenderle pero logrando sacarnos una sonrisa a ambos.

Bueno… en verdad si pasa algo -abrí mis ojos lentamente, dándome con una leve sonrisa de su parte-.

¿Ocurrió algo malo en tu trabajo? -le miré preocupado sentándome y dejando que San me pusiera entre sus piernas, abrazándome cuidadoso-.

Dejando antes que MinMin dibujase apoyado en el césped estando recostado en sus pequeños bracitos.

De eso quiero avisarte, me pidieron que viaje a Estados Unidos por un problema que ahí allí -abrí mi boca para decir algo pero la cerré al ver que quede en silencio procesando lo que San estaba diciéndome- me dijeron que serían unas semanas pero no sé si puede alargarse, bebé.

Asentí comprendiendo la importancia de su viaje y agradecía que San me avisase, pase mis manos por su pecho dirigiéndolas a sus hombros dejándolas allí. Incluso ya sentía la pequeña sensación de preocupación y presión en mi pecho. Estar alejados el uno del otro, puede llegar a sentirse vacío y triste, ahora saber que estaríamos así, sentía ese familiar nudo en la garganta.

Porque tampoco quería ser pesado o un agobio al sentirme así, solo de pensar que podría generar eso a San, sentía mis ojos humedecerse al instante pero era su trabajo y eso lo entiendo perfectamente, al igual que sé que él hace lo mismo respecto conmigo sobre patinar.

¿Cuándo tienes que salir? -Abulté mis labios inconscientemente viendo a San y apoyándome en su pecho-.

En dos semanas, cariño -asentí volviendo a ver a Minki que seguía aun concentrado con la diferencia que tenía el ceño fruncido y la puntita de la lengua fuera-.

Ante ese gesto me fue imposible no pensar en que San y él, hacían el mismo gesto cuando están concentrados en algo sobre todo lo de fruncir el ceño.

Te extrañare mucho -escondí mi rostro en su pecho a la vez que él me abrazaba y acariciaba mi espalda- seguro que MinMin también.

Y yo a vosotros, pero aún falta chiquito -pucheree unos segundos y asentí acomodándome mejor entre sus brazos- además no dejare que estéis solos, dentro de casa si pero no fuera.

¿Te refieres a lo que hablamos en nuestra cita? -Hablé en un susurro viendo su confirmación- está bien, ahora sí, lo siento necesario Sannie.

No dejaré a mis bebés solitos -reí bajito estando más tranquilo sin dejar de verle-.

Si, pero yo no podré cuidar a mi bebé grande -alcé una ceja viéndole negando con una pequeña sonrisa-.

Tu bebé grande puede cuidarse solo, cariño -arrugue mi nariz divertido ante su tono juguetón diciéndome eso-.