Capítulo 27: Tú la mataste.

1 0 0
                                    


(P. O. V Olive)

Pestañeo, una, dos, tres veces, y finalmente abro los ojos. La claridad me ciega y entierro la cabeza en las sábanas chocándome con algo duro.

Con pesadez abro los ojos dentro de esa oscuridad y saco la cabeza de las sabanas para ver dónde me encuentro. Aparto la maraña de pelo que me cae por la cara y la focalizo en una cabellera negra que duerme plácidamente a mi lado. Sonrío.

Paso una mano por su mejilla y me acerco a él para darle un beso en los labios.

Me enrosco más en su abrazo y me pierdo en la calidez de esos brazos que me estrechan contra su pecho. Siento como apoya su barbilla en mi cabeza y suspira contra mi cabello, respiro a la vez que él y me dejo inundar por su olor, ese que es confort y seguridad, pero sobre todo,  casa. 

...

Me estiro y noto el frío del otro lado de la cama, abro los ojos, aún adormilada y, hecho un vistazo por la habitación. La puerta del baño se abre y de ella emerge Derek envuelto en vapor, con una toalla alrededor de la cintura y otra con la que se seca el cabello.

Madre mía ¿Cómo puede ser que le quede tan bien tanto piercing y tanto tatuaje?

Es entonces cuando me fijo de nuevo en el tatuaje que tiene en su costilla, justo debajo del número cuatro reparo en que no se casi nada de sus tatuajes, ni el significado ni cuando se los hizo ni, por supuesto, lo que pone en ese maldito tatuaje...

Como no, me quedo petada pensando en ese tatuaje y no veo que Derek está a cinco escasos centímetros de mis labios

-¡BU! – abro los ojos sorprendida mientras me besa.Derek sonríe y aprovecha para poner sus brazos a ambos lados de mi cuerpo

- ¿Te asusté?-niego con la cabeza y él sonríe de lado mientras sea acerca más a mi cuello repartiendo besos sobre este- ¿Sabes? Ayer estabas muy cariñosa por la noche.

- No me digas...- asiente mientras toca su nariz con la mía tanteando un beso.

-Sí, yo diría que demasiado- poco a poco se aparta de mí haciendo contacto visual directo entre sus ojos verdes y los míos.

-Yo diría que todo es culpa de Murciélago, es tan... Sexy- siento como se forma la sonrisa en sus labios y como el piercing me acaricia la piel.

- ¿Ah sí?

-Sí.

- ¿Y ese tal Murciélago te haría esto? –pasea sus manos por mis muslos  sin dejar el contacto visual  me muerde el interior del muslo. Gimo y besa la superficie de piel que acaba de morder mientras niego con la cabeza.

-No-se acerca a mí siento que estoy a punto de arder con el fuego valyrio de sus ojos- Tienes razón, seguramente haría esto-le agarro por la nuca y le acerco a mi boca iniciando un pasional beso mañanero, aunque por lo que noto contra mi muslo no es lo único "mañanero"que está teniendo Derek.

Rozo el muslo que tengo enroscado en su cadera contra él y le oigo gruñir en el beso, muerdo suavemente su labio y él me agarra por las caderas acercándome  aun más a él.

-DEREK, OLIVE ¡ES HORA DEL DESAYUNO!- ambos nos separamos fastidiados por los gritos de Erika . 

Es mi amiga, pero en ocasiones como esta la mataría.

-Ya vamos Erika...- Derek se espatarra a mi lado en la cama y yo voy hacia puerta para que Erika deje de lado su incesante verborrea matutina sobre lo importante que es el desayuno y como hace media hora que lleva intentando contactar con nosotros y bla, bla, bla.

My green abyss.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora