Capítulo 13: Las consecuencias de una noche loca (IV)

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(Narrado por Olive)

¿Qué demonios?

¿¡LE HABÍA VOMITADO!?

No sabía a donde mirar, aunque al menos si sabía a donde no mirara, no podía mirarlo a él, ni a él ni a sus....

-¡E-ESTÁS EN CALZONCILLOS!-Me tapé los ojos con las manos y me di la vuelta roja cual tomatillo mientras escuchaba cómo él se carcajeaba a mis espaldas.

¿Lo peor? Su risa me parece sexy....

Es extraño, todo es extraño, es decir, antes ya me parecía sexy pero...No se, al menos antes me fijaba en su piercing, sus ojos o sus tatuajes ¡No en su risa!

¿Me estoy volviendo loca? Sí, puede ser

-Entonces...-Aparece por detrás. Toca con su mano el cartílago de mi oreja apartando así el pelo que cae en cascada tapándome la cara-Te pone nerviosa verme en calzoncillos-Sus labios rozan mi oreja y su aliento me hace cosquillas- ¿Es eso? ¿Olive?-Se acerca más a mí pasando sus manos por mis hombros, dejándolas resbalar hasta que sus brazos rodean mi cara en un raro abrazo que me enterró la cara en su hombro y que, de algún manera,  sólo  contribuyó a aumentar  mi calor.

Mi corazón se para, dejo de sentir su latido y me concentro en cómo su respiración acaricia mi clavícula, en cómo sus brazos queman mi piel y en cómo sus pestañas me hacen cosquillas en la mejilla.

No puedo pensar, mi mente está en blanco, sólo puedo sentirlo a él, el resto del mundo ha  dejado de existir.

Sonríe, lo noto por cómo levanta su cabeza y sus mejillas se hinchan. Se ríe y me suelta.

Me giro, despacio, teniendo miedo de que el momento pierda su encanto...

Ahí está, frente a mí y  quiero imprimir el sabor de su boca en la mía,  quiero sumergirme en una vorágine de besos donde el ganador sea el que primero deje al otro sin respiración.

-Supongo que ya está bien-Pestañeo-No puedo pasearme en calzoncillos ante una señorita-Hace una especie de reverencia y vuelve a sonreír. Al ver mi reacción sorprendida, se acerca a mí sonriente para revolverme el pelo y después marchar hacia su habitación.

Y ahí estoy yo, para como una tonta mientras él volvía a la habitación para "dejar de estar en calzoncillos"

Me obligo a no mirar por la diminuta rendija de la puerta, lo último que me faltaba era ser fisgona.Me doy media vuelta y me recreo en el sabor de mi taza de café mientras poso la taza en mis rodillas que ahora se apoyan contra mi pecho mientras echo la cabeza hacia atrás en el sofá.

Cientos de recuerdos de la noche anterior me inundan, el baile, la feria, el alcohol, todo se arremolina en una madeja que no sé si quiero volver a desenrollar. Pero no puedo seguir perdiéndome en este pensamiento cuando Derek aparece en el salón  con ropa en su mano, con sus pantalones y una camiseta de tirantes blanca puesta.

-Puedes ir a darte una ducha si quieres. Toma- lanza la ropa a la mesa, la cojo y comienzo a  caminar hacia el pasillo que daba al cuarto de baño cuando vuelvo a escucharle-Veo que has hecho café...

-Sí, dejé para ti si quieres-Y con la mirada le señalé la cocina

-Podrías haber hecho el desayuno ya de la que  estabas-Se rascó la cabeza aún con sueño.

-Eso significaría hacerle el desayuno a un vecino pervertido que, no sólo me ha desvestido, sino que también se ha aprovechado de mi emborrachamiento para dormir semi-desnudo pegado a mí en la misma cama-Le guiño el ojo y después me hago la sorprendida mientras digo-Y quien sabe las cosas que habrás hecho con mi cuerpo mientras yacía desmayada-Me hice la dramática y sólo pude sonreir al ver que Derek admitía su derrota con un"Sí, el café es más que suficiente"

My green abyss.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora