Capítulo 31: Deberías olvidarte de ella.

2 0 0
                                    


- ¿Quieres que le parta las piernas?

-Por dios Erika , puedo con él yo solita

-Lleva dos semanas detrás tuyo Olive, dos semanas quedándose en tu panadería casualmente tomando algo ¿No crees que se te ha ido de las manos?- juro por dios que en una de estas me voy a quedar sorda y será por culpa de que mi amiga es una lunática y no para de gritarme a través del móvil.

-Créeme está todo controlado, no le he dirigido la palabra ni una sola vez, es como si fuera otro cliente.

-Ya Oli, pero no tienes otros clientes que sean tus ex ¿Entiendes? No creo que pare hasta que consiga hablar contigo. 

-Voy a esperar a que se canse, llegará un momento en que verá que su vida no me importa y me dejará en paz.

-Espero que tengas razón y se harte pronto, no me imagino lo que tiene que ser ir a trabajar sabiendo que tu ex va a estar ahí todos los malditos días.

-No el algo que le recomiende a nadie.

Erika tiene razón, en realidad lleva más de dos semanas esperándome todos los días a que tenga un momento para hablar con él y, todos los días a mitad de turno se marcha y me deja el dinero junto a una rosa. 

Para ser sinceros, tengo ganas de gritarle que me deje en paz pero no me puedo poner como una energúmena delante del resto de los clientes, no es algo profesional.

-Bueno, hablamos mañana que se me ha acabado el recreo y tengo que llevar a estos monstruitos a clase.

-Hasta mañana Erika .

Cuelgo el teléfono y me dirijo al banco bajo el árbol de cerezo. Miro mi teléfono una vez más esperando que su nombre aparezca en la pantalla, pero aun nada....

 Llevamos tanto tiempo sin hablar que siento que ya nada de lo que hemos vivido es cierto, que tal vez todo fue un sueño, y lo único que tengo que me recuerda que todo ha sido cierto son nuestras fotos. Por lo demás, el mundo parece decidido a separarnos como si ese hubiera sido nuestro destino desde el principio. 

-¡Olive!- levanto la vista del teléfono y veo a Wolf acercándose a mí. - Uff, que calor- sin mucho cuidado se deja caer a mi lado mientras elevo la vista al cielo casi perpetuamente tapado por las copas de los árboles- ¿Cómo estas?- me giro para mirarle y, sin mucho ánimo, levanto los hombro como intentando decir que ni siquiera yo lo se – Entiendo...- el silencio se instaura en nuestra conversación hasta que se sienta erguido y me vuelve a mirar – Sé que últimamente no he estado muy presente, después de todo lo que pasó con Derek no quería molestarte si necesitabas espacio.- Wolf sabe todo lo que pasó con Derek, se lo conté sin entrar en mucho detalle en su vida pasada pero era verdad que después de contárselo a él y a Erika me aparté de ellos. -Pero sabes que siempre que me necesites estoy aquí ¿No?

-Lo sé, créeme... Es sólo que últimamente mi vida es de locos.

- ¿Ha pasado algo?

-Sí y no... No sé, es todo muy raro- doy un sorbo a mi café y retomo la conversación- Kurt ha reaparecido en mi vida- Lukas no lo sabe todo de mi historia con Kurt pero sabe lo suficiente como para querer partirle las piernas.

- ¿¡Qué!?-  asiento agotada.

-Sí, resulta que hace unas semanas dando un paseo iba pensando en... Bueno en mis cosas, y me salvó de ser atropellada por un coche, me llevó a tomar un café porque estaba congelada de frío y no, antes de que preguntes, no tengo ni idea de porqué le seguí. Quiero pensar que fue el shock del momento el no esperar verlo allí, el abrazo que me recordó a tiempos pasados... ¿El casi morir? No lo sé... El caso es que el dije que me iba y que se pasara por mi lugar de trabajo para pagarle el café porque en ese momento no tenía dinero, y desde ese día todos los días va a mi cafetería a tomar algo para hablar conmigo y al lado de la cuenta de me deja una rosa- Wolf no habla- Y quiero gritarle, quiero decirle que ha sido una mierda de persona conmigo, que no quiero que esté cerca de mí y que quiero que desaparezca de mi vida de una buena vez... Pero nunca se queda hasta el final de mi turno y, como no puedo gritar delante de los clientes, sólo me queda hacerle el vacío hasta que se canse y deje de intentar hablarme.

My green abyss.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora