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-Hay algún ser humano que no dude y no se sienta herido?-reflexionó Yoongi-. ¿Estás diciéndome que tú jamás has dudado ni te has sentido herido?

-Es obvio que yo también dudo y me siento herido. Pero esto, con disciplina, puede mitigarse. Incluso las ratas aprenden a elegir el circuito donde reciben menos descargas eléctricas.

-Pero las ratas no se enamoran.

-Las ratas no se enamoran» -repitió Namjoon, y me miró-, ¡Qué bonito! Quiero música ambiental. Una orquesta con dos arpas...

-No me tomes el pelo. Estoy hablando en serio.

-Ahora estamos comiendo -dijo Namjoon-. Además, Jungkook está presente. Sería conveniente que dejaras el tema para otra ocasión.

-¿Me voy? -pregunté.

-No, quédate. Es mejor -me rogó Yoongi.

-Ya que has venido, tómate el postre -añadió Namjoon.

-No me importa irme...- Terminamos nuestros platos en silencio. Yo comi la lubina, Yoongi dejó media en el plato. Namjoon hacía rato que bebia whisky.

-La lubina estaba buenísima -comenté con ánimo de romper el hielo, pero nadie respondió. Fue como si hubiera arrojado una piedra en un pozo.

Nos retiraron los platos y nos trajeron un sorbete de limón y una taza de café a cada uno. Namjoon apenas los tocó y enseguida encendió un cigarrillo. Yoongi ni los probó. Yo comi el sorbete y bebí el café mientras me decía para mis adentros: iVayal. Yoongi se entretenia contemplando sus manos, que descansaban sobre la mesa. Éstas al igual que todo en el- eran elegantes y refinados. Pensé en Jimin y en Reiko. ¿Qué estarian haciendo en aquellos momentos? Jimin debía de estar leyendo tumbada en el sofá y Reiko tocando Norwegian Wood con la guitarra. Me poseyó un violento deseo de volver a su pequeña habitación. ¿Qué hacía yo alli?

-Jungkook y yo nos parecemos en que ninguno de los dos buscamos que los demás nos comprendan -insistió Namjoon -. En esto somos diferentes del resto de la gente. La gente se desvive buscando la comprensión de quienes les rodean. Pero yo no, y Jungkook, tampoco. No nos importa que los demás no nos entiendan. Pensamos que uno es uno, y los demás son los demás.

-Eso crees? -me preguntó Yoongi.

-¡Qué va! -exclamé-. Yo no soy tan fuerte. A mi me importa que me entiendan. Hay personas a quienes quiero comprender y que quiero que me comprendan. Hasta cierto punto, pienso que es inevitable que el resto de la gente no lo haga. Ya me he hecho a la idea. Así que no me ocurre lo mismo que a Namjoon, a quien no le importa que no le entiendan.

-Es lo mismo que yo decía. -Namjoon tomó la cucharilla del café. Muy parecido. Tan distinto como desayunar tarde o almorzar temprano. Comes lo mismo, a la misma hora, sólo difiere la manera de llamarlo.

-Namjoon, a ti no te importa saber si te comprendo? -le preguntó Yoongi a Namjoon.

-Me parece que no acabas de entenderlo. Si una persona comprende a otra es porque aquél es el momento propicio para que suceda, no porque ésta desee que la entienda.

-O sea que cometo una equivocación cuando quiero que alguien me comprenda. Quiero que tú me comprendas, por ejemplo.

-No, no es una equivocación -respondió Namjoon-. La gente lo llama amor. Éste es tu caso, dado que quieres comprenderme. Pero mi tipo de vida es muy diferente al de la otra gente.

-No estás enamorado de mí, ¿verdad?

-Tú, mi tipo de vida...

-¡Me importa un rábano tu tipo de vida! -gritó Yoongi.

Triángulo Amoroso- JinKook/KookMin✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora