-¿Quién debe de haberle enseñado esas cosas al loro?-se sorprendió Jimin ahogando un suspiro.
- A mi no me mires! Yo nunca le enseñaria semejantes groserías-dijo Reiko, y volvió a maullar. El loro enmudeció.
-El pobre bicho tuvo una mala experiencia con un gato y ahora les tiene pánico -me explicó Reiko riéndose. Cuando terminaron de limpiar, dejaron los utensilios de limpieza y fueron llenando todos los comederos. Los pavos reales se acercaron chapoteando por el agua encharcada, se inclinaron sobre los contenedores y, a pesar de que Jimin les golpeó el trasero, ellos siguieron comiendo, absortos, sin reparar en tales menudencias.
-Haces cada dia lo mismo? -le pregunté a Jimin.
-Si, las nuevas nos encargamos de esto porque es fácil. ¿Quieres ver a los conejos?
Le respondi que sí. Detrás del gallinero estaban las jaulas de los conejos. Había unos catorce conejos durmiendo sobre la paja. Tras reunir las cagarrutas con una escoba y llenar los comederos, Jimin levantó un conejo y se lo acercó a la mejilla.
-¿Verdad que es precioso? -dijo Jimin contenta. Luego lo posó en mis brazos. Aquella pequeña bolita cálida se quedó inmóvil mientras las orejas le temblaban medrosamente. -No te preocupes. No te hará daño - le advirtió al conejo acariciandole la cabeza con los dedos, y me sonrió.
Fue una sonrisa tan resplandeciente que no pude devolvérsela. ¿Dónde estaba el Jimin de la noche anterior? Sin duda, aquél era el verdadero Jimin. No lo había soñado. Se habla desnudado ante mí. Por fin sabía que no fue un sueño.
Mientras silbaba con gracia a Proud Mary, Reiko metió toda la basura en una bolsa de plástico. Ayudé a llevar los utensilios de limpieza y el pienso de los animales al cobertizo.
-La mañana es la parte del día que más me gusta -dijo Jimin-. Todo parece que acaba de empezar. Por eso, cuando llega el mediodía, me siento triste. El atardecer es la parte del dia que más detesto. Todos los días pienso lo mismo.
-Y, mientras tanto, todos nos hacemos mayores. Pensando si llega el día o cae la noche -comentó Reiko con expresión risueña. -El tiempo vuela.
-A ti parece que te divierte hacerte mayor- dijo Jimin.
-No me divierte, pero no me gustaría volver a ser joven -añadió Reiko.
-¿Por qué? -le pregunté.
-Por pereza, claro- respondió Reiko. Y sin dejar de silbar Proud Mary, arrojó la escoba dentro del cobertizo y cerró la puerta.
Al llegar al dormitorio, se quitaron las botas de goma, se pusieron unas zapatillas de deporte y dijeron que se iban al campo. Reiko me advirtió que aquella labor no tenía mucho interés, y que, además, trabajaban en grupo, así que lo mejor seria que me quedara en la habitación leyendo.
-¡Ah! En el baño hay un cubo lleno de bragas sucias. ¿Te importaria lavarlas? -dijo Reiko.
-Supongo que es una broma... -Me quedé atónito.
-¿A ti qué te parece? -rió Reiko. - ¿Qué podría ser una broma? Es una monada. No te lo parece, Jimin?"
-Ya lo creo. - Jimin se rió con Reiko.
-Estudiaré alemán. -Suspiré.
-Buen chico. Volveremos antes del mediodía. Estudia mucho -dijo Reiko. Salieron de la habitación entre risitas. Se oian los pasos y las voces de varias personas que pasaban por debajo de la ventana.
Fui al baño, volví a lavarme la cara, tomé prestado un cortaúñas, me corté las uñas. Teniendo en cuenta que se trataba del baño de una habitación donde vivían dos Omegas, estaba muy despejado. Había alineados varios tarros de leche limpiadora, de crema de contorno de ojos, de protección solar y de tónico. Apenas se veía maquillaje. Después de cortarme las uñas, me hice café en la cocina, me senté a la mesa y, mientras lo tomaba, abri el libro de texto de alemán. Estaba en aquella cocina caldeada por el sol, en camiseta, memorizando la gramática alemana, cuando me asaltó una extraña sensación: la tabla de verbos irregulares alemanes parecia separada de la mesa de la cocina por una distancia insalvable.
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Triángulo Amoroso- JinKook/KookMin✓
Romance🌷 KookMin 🌷 Historia Terminada ✓ Mientras aterriza en un aeropuerto Europeo, Jungkook escucha una canción de los Beatles que lo hace retroceder a su juventud, a Corea de los años noventa. Recuerda entonces con melancolía a Jimin, el novio de su me...