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Tres días después de la mudanza le escribi una carta a Jimin. Le describi mi nueva vivienda y le conté lo aliviado que me sentia al haberme zafado de los líos de la residencia y al no tener que aguantar a tantos estúpidos.

-Aqui podré empezar una nueva vida con nuevos ánimos. -Al otro lado de la ventana se extiende un amplio jardin, el lugar de encuentro de los gatos del vecindario. Cuando no tengo nada que hacer, me tumbo en el porche y los observo. No sé cuántos hay, pero vienen a montones. Se ponen a dormitar al sol. No parece que les guste demasiado mi presencia, pero el otro dia les di un trozo de queso seco y algunos se acercaron y comieron medrosamente. Quizás acabemos haciéndonos amigos. Entre ellos hay un macho rayas con la oreja cortada que me recuerda al director de la residencia. Incluso me hace temer que de un momento a otro vaya a izar la bandera nacional en el jardín.

Queda más lejos de la universidad, pero, una vez empiece las asignaturas específicas de mi carrera, no tendré clases por las mañanas y no creo que haya problemas. Además, como puedo leer en el tren, tal vez aún salga ganando. Ahora trataré de buscar por aquí cerca un trabajo de media jornada que no sea muy pesado. Y así recuperaré mi vida cotidiana, volveré a darme cuerda todos los días.

"No tengo prisa, pero la primavera es una buena estación para empezar una nueva vida. Me encantaria irme a vivir contigo a partir de abril. Si quieres, podrías volver a la universidad, si todo fuera bien. Y si no quieres que vivamos juntos, puedo buscarte un apartamento por aquí cerca. Lo más importante es que estemos cerca el uno del otro. Por supuesto, no sólo estoy pensando en la primavera. Si tú prefieres el verano, también me parece bien. No hay problema. Me escribirás diciéndome qué opinas sobre todo esto?

A partir de ahora voy a trabajar más horas para cubrir los gastos del traslado, Irse a vivir solo cuesta mucho dinero. He tenido que comprar cazuelas, vajilla, un poco de todo. Pero en marzo estaré libre y te visitaré sin falta. ¿Me dirás qué dias prefieres que vaya? Me ajustaré a tu calendario. Tengo muchas ganas de verte. Espero tu respuesta."

Durante los dos o tres días siguientes compré todos los utensilios domésticos que necesitaba en las tiendas de Cheonggyecheon y empecé a cocinar en casa platos sencillos. En una carpinteria, pedi que me cortaran unas maderas y me hice una mesa de trabajo. De momento, decidí comer en casa. Construí unas estanterías, reuní especias y condimentos. Una gatita blanca de unos seis meses se encariñó conmigo y venia a casa a comer. La llamé Gaviota.

Cuando me hube instalado, fui al centro del barrio, encontré trabajo en una empresa de pinturas y durante dos semanas trabajé a jornada completa de ayudante de pintor. Me pagaban decentemente, pero el trabajo era muy duro y el disolvente me provocaba mareos. Al acabar la jornada, cenaba en un restaurante barato, bebía unas cervezas, volvía a casa, jugaba con el gato y me dormia. Transcurrieron dos semanas sin que me llegara una respuesta de Jimin.

Un día, mientras estaba pintando, me acordé de Seokjin. Hacia casi tres semanas que no me había puesto en contacto con el; no le había informado siquiera de mi cambio de domicilio. Le había dicho, eso sí, que pensaba mudarme pronto, a lo que el repuso: «¿De veras?». Eso había sido todo.

Entré en una cabina telefónica y marqué su número. Contestó un chico que debía de ser su hermano y, al decirle mi nombre, me dijo:

-Espera un momento.- Por más que aguardé, Seokjin no se puso al aparato.

-Seokjin dice que está muy enfadado y no quiere hablar contigo- me informó su hermano-. Te mudaste sin avisarle. Desapareciste sin decirle siquiera adónde ibas. Ahora el está furioso. Y cuando se enfada, no se le pasa así como así. Es igual que un animalito.

-Puedo explicárselo. Por favor, dile que se ponga un momento.

-No quiere escuchar tus explicaciones.

Triángulo Amoroso- JinKook/KookMin✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora