Llega la noche, y Auna después de darse un relajado baño, ponerse un 'pijama, y seguidamente cepillarse el pelo va en busca de su hermana, quien se encontraba en su cuarto la música a tope, ignorando otro ruido que provenía del desván, sabiendo que se trataba de Kai.
Cuando Auna llega a la puerta de la menor, se encuentra con una gran pila de ropa, lanzando un pequeño quejido para cogerla con sus dos brazos, intentando que ninguna prenda se caiga. Seguidamente abre la puerta como puede, para encontrarse con la menor, quien está en su escritorio, de espaldas a donde está ella.
Auna se acerca de forma lenta, intentando no hacer ruido para mirar como su hermana traza varios líneas por un folio en blanco, formando una hermosa rosa que rodea una tela de araña, en la cual, una mariposa de alas rotas se encuentra atrapada.
—Vata, Lydia, no sabía que dibujaras tan bien– comenta la mayor, haciendo que la contraria se sobresalte en su sitio.
—Normal, siempre pasabas todo el tiempo trabajando. Pero gracias, supongo– agradece–. Y dime, ¿qué se te ofrece?- pregunta, girando se sobre silla para encarar a su hermana.
–-Ya..., por cierto, tenía pensado hacer lasaña, ¿te apuntas? Sé que es tu favorita-- habla alegre, regala una sonrisa.
Lydia asiente con energía, y cuando Auna pretende irse, se vuelve a dirigir a ella—. Ah, e intenta no dejar la ropa sucia tirada en el pasillo, ya sabes, ponla en el cesto-. Cuando sale de la habitación, se marcha en dirección a la cocina. Después de un rato, aparece Lydia, para comenzar a preparar la cena entre risas y bailoteo.
Cuando ya está servida, se sientan, charlando entre ellas. El ambiente era agradable, bastante familiar, pero llegó un momento donde Auna se preguntaba, ¿dónde se encontraba Kai? No tener su presencia presente en la hora de la cena le parecía extraño, así que cuando finalizan la cena, la menor se despide para volver a su cuarto, dejando sola en la cocina a Auna, quien no tarda en servir otra porción en un plato, marchándose a donde respectivamente se encontraba el joven Williams.
Sube peldaño por peldaño, escuchando como estas volvían a sonar una vez más, hasta llegar a su destino. Le da un rápido repaso al lugar, percatandose de que el rubio no está. Se alarma al instante, viendo como la ventana ahora ya reparada estaba cerrada, y con las cortinas puestas.
Se sienta en la cama, pasando una de sus manos por las suaves sábanas, y dejando el plato de comida con cubiertos en el suelo, inconscientemente, sus ojos van pesando poco a poco, cerrandolos a medida que su cuerpo cae rendido en la cómoda cama, siendo atrapada por los sueños.
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Tras el espejo dorado [PROXIMAMENTE EN LIBRERÍAS]
Science FictionDolor. Eso era lo único que sentía Auna tras la pérdida de sus padres. Un doloroso año ha pasado desde que Victoria y Cristian Miller fueron encontrados muertos por un terrible accidente automóvil. Un año desde que Auna y Lydia Miller solo podían s...