Eran los mejores asesinos temporales de la Comisión.
Pero si era así...
¿Cómo es que nunca se habían conocido?
Aun siendo completos extraños ambos tendrían que unirse por un bien común:
Salvar al mundo.
Y en el camino ir conociendo cierto pasado de...
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Un carraspeo y luego una voz femenina se escucha:
—En la duodécima hora del primer día de octubre de 1989, cuarenta y tres mujeres de todo el mundo dieron a luz. Lo raro de esto es que ninguna de ellas estaba embarazada cuando comenzó el día.
Explica una chica sentada en una silla y reposando sus pies sobre un escritorio, con un hermoso Border Collie acostado en sus piernas al que acaricia suavemente.
—Sir Reginald Hargreeves, un excéntrico multimillonario decidió localizar a la mayor cantidad posible de esos niños.
Se acomodó en la silla entrelazando las manos sobre la mesa imponiendo respeto y con un gesto de seriedad.
—Consiguió a siete de ellos...
Un silencio inunda la habitación hasta que vuelve a hablar quitando toda la seriedad del asunto:
—Algo que me parece ridículo considerando la cantidad de niños que habían, pero que se le puede hacer —se encogió de hombros.
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