Eran los mejores asesinos temporales de la Comisión.
Pero si era así...
¿Cómo es que nunca se habían conocido?
Aun siendo completos extraños ambos tendrían que unirse por un bien común:
Salvar al mundo.
Y en el camino ir conociendo cierto pasado de...
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Elizabeth soltó algunos quejidos mientras abría los ojos tratando de enfocar su vista.
Estaba sobre algo frío y duro, probablemente el suelo.
Se talló los ojos y los abrió tratando de acostumbrarse a unas luces que parpadeaban. Al poder ver con claridad el techo, su entrecejo se frunció en completa confusión.
Miró a sus lados mientras se sentaba, estaba en una estación de metro algo extraña.
Las luces eran moradas y algunas estaban rotas porque no dejaban de parpadear. Algunas paredes tenían graffitis naranjas y morados neón.
Los graffitis parpadeaban y cambiaban de forma de la nada. Y cada cierto tiempo los objetos y dibujos cambiaban de lugar.
Del techo colgaban algunos cables y cadenas con flechas, micrófonos, maletines y katanas.
