01:La Insoportable Tragedia de Tener lo que Deseaste

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{O̶m̶n̶i̶s̶c̶i̶e̶n̶t̶e̶}

Una melodiosa voz resonaba por cada rincón de aquel lujoso restaurante, todos los comensales miraban embobados a aquella cantante, tanto que se olvidaban de dar bocado. 

Ella sonreía de una manera coqueta y seductora que atrapaba a cualquiera que la veía.

Incluso si no bailaba, la manera en que movía sus caderas con lentitud al son de la canción era hipnotizante. Y si de por sí ya eso la hacía lo suficientemente atrayente, su vestido la hacía brillar más que una estrella.

Ese vestido verde oscuro aterciopelado y pegado a su cuerpo, detallaba perfectamente su figura. Movía sus manos con delicadeza de una manera hipnotizante debido a sus guantes de terciopelo.

Su cabello caía por sus hombros en unas perfectas ondas y sus labios estaban pintados de un rojo oscuro hecho a la perfección para ella.

Un hombre mayor y algo borracho intentó pasarse de listo con ella y se acercó al escenario intentando tocar su pierna. Ella lo miró de reojo y sin dejar de cantar le proporcionó una patada en la cara que lo desmayó en el suelo. 

Sin importarle mucho siguió cantando hasta que finalmente su número terminó y acabó su presentación tan gloriosa como siempre.

Abrió los brazos y sonrió con altivez al oír los silbidos, halagos y aplausos del público. 

Alguien le lanzó una rosa que ella atrapó, se la puso en la boca y guiñó un ojo con coquetería para luego darse la vuelta y desaparecer detrás del telón. 

Se bajó del escenario a toda prisa y corrió a su camerino, una de sus compañeras que estaba ahí preparándose para su presentación la miró y sonrió ampliamente.

—Eso fue increíble, Lizzy.

—Gracias, creí que ese idiota borracho lo arruinaría todo —empezó a buscar apurada su bolso en su casillero.

—De hecho al público le gustó, les pareció divertido —se rió echándose algo de polvo compacto.

—Eso espero, estuve a nada de meterle el micrófono por el trasero.

Ambas rieron ante el comentario, segundos después su amiga la vio confundida al notarla caminar por todo el camerino como un terremoto.

—¿Por qué estás tan apurada? ¿Salida con tu hermano?

—Cumpleaños de mi sobrina.

Metió a los golpes las cosas en su bolso y se acercó a su amiga para darle un beso en la mejilla.

—Nos vemos mañana, Emmy.

—Adiós, estrella de la noche.

Le guiñó un ojo en agradecimiento y salió disparada de su camerino, corrió a todo dar sin perder el equilibrio en esos tacones de aguja. Llegó a la puerta trasera, al abrirla se encontró con un auto azul esperándola en el callejón. 

Abrió la puerta del asiento trasero y prácticamente se lanzó, en cuanto hizo eso el auto arrancó.

—Hola Chrissy, hola mi niño.

El border collie que estaba sentado en el asiento del copiloto, se volteó y movió su colita alegremente.

—Yo también estoy feliz de verte, bolita de pelo favorita.

Ella acercó su rostro y Blacky empezó a lamer su mejilla emocionado, aquello la hizo reír.

—¿Cómo te fue hoy en la presentación? —preguntó el castaño.

¿Casualidad o Destino? - Five Hargreeves Donde viven las historias. Descúbrelo ahora