08: 𝙱𝚘𝚍𝚊 𝙴𝚗 𝙴𝚕 𝙵𝚒𝚗 𝙳𝚎𝚕 𝙼𝚞𝚗𝚍𝚘 (𝙿𝚝 2)

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{Omnisciente}

Parte de la familia entró al salón de fiestas después de que se abriera la puerta del ascensor.

—Creo que no es lo suficientemente grande —se quejó Klaus.

Probablemente era el único lugar del hotel que se veía más bonito. Las luces de colores iluminaban el lugar.

Las mesas y sillas estaban decoradas y elegantes, el buffet se veía delicioso y había una gran pista de baile.

—Espero que haya barra libre —comentó Allison.

—No creo que eso sea un problema... Somos los únicos seres vivos en el Universo —le respondió el perro.

—No sean así, es por Luther, anímense —dijo Lila admirando el salón.

El sonido de la puerta del ascensor llamó su atención para dejar ver entrar al lugar a Luther acomodándose el traje, y Viktor a su lado.

—Veo que elegiste una camisa extra grande, que innovador —se burló Allison.

—¿Sabes que aquí no hay paparazzi?

—¡Cállate!

Mientras Luther regañaba a esos dos, Five caminaba de un lado a otro ansioso y nervioso.

Blacky se reía internamente.

—Harás un hoyo en el suelo.

—¿Crees que me veo bien? ¿Crees que acepte? ¿Crees que–

—Deja de creer tanto y tranquilízate.

—Sí, tienes razón... ¿Me veo bien?

—Pareces uno de esos empresarios sexys por los que las mujeres se mueren en las películas.

—Tomaré eso como un sí.

Five se agachó para acomodar la corbata que Blacky llevaba y disimular un poco sus nervios.

El sonido del ascensor volvió a sonar, Five se levantó con una increíble rapidez.

Del ascensor salieron Sloane y Elizabeth agarradas del brazo mientras sonreían ampliamente.

Sloane llevaba un hermoso vestido blanco y simple, pero que resaltaba bien su figura, no necesitaba nada más. Su belleza destacaba por sí sola.

Luther la miraba embelesado, como si tuviera un tesoro frente a él.

Y luego estaba Elizabeth.

—Wow —susurró Blacky.

La joven llevaba un hermoso vestido de mangas largas negro y largo hasta los tobillos, tenía una apertura en la pierna derecha. También llevaba un par de estiletos negros, sus labios resaltaban en un tono vinotinto y para completar el look, llevaba una cadena dorada con pequeños diamantes en la pierna.

Five quedó totalmente paralizado en su lugar.

Sus miradas se conectaron como aquella vez en la fiesta en los 60's. Se transmitían todas las emociones, las palabras, las sensaciones que no podían ser explicadas, a través de sus ojos.

Ambos sonrieron bobamente al mismo tiempo.

Elizabeth al ver que Five no hacía nada, decidió acercarse a él, acarició su mejilla dulcemente para tratar de hacerlo reaccionar.

—Eres bellísima...

La agarró de la cintura haciéndola reír levemente.

—Gracias por la ropa, tienes buenos gustos.

¿Casualidad o Destino? - Five Hargreeves Donde viven las historias. Descúbrelo ahora