¿Casualidad o Destino? - Five Hargreeves

𝙴𝚡𝚝𝚛𝚊: 𝚅𝚎𝚛𝚜𝚒𝚘𝚗𝚎𝚜 𝙼𝚊𝚕𝚟𝚊𝚍𝚊𝚜

Nota: El siguiente extra no influye en ningún evento de la historia, sucede fuera del Universo del fanfic como tal.

Contiene comentarios o insinuaciones sexuales, no súper explícito pero las contiene.

Me inspiré al hacer esto por lo que es bastante largo a lo que normalmente escribo, así que disfrútenlo.

{Omnisciente}

Elizabeth y Five estaban tranquilamente sentados en uno de los sofás de la academia.

Blacky estaba en el suelo recostado en la alfombra.

Hablaban sobre cualquier cosa que se les ocurriera.

—Una mujer intentó coquetearme en la cafetería.

—¿En serio?... Aunque pensándolo bien, no me parecería raro.

Acarició su mejilla con una sonrisa pícara.

—Nadie se resiste a mi hombre —le guiñó un ojo.

Five no pudo evitar reír levemente.

—¿No te molesta ni un poco?

—Yo no soy celosa querido mío, eso es para personas inseguras.

—Tienes razón, ¿Sabes por qué?

—¿Por qué?

Five se levantó del sofá extendiendo su mano, ella la tomó gustosa y se levantó quedando frente a frente.

Enredó su brazo alrededor de su cintura acercándola a él.

—Porque le dije que ni se ilusionara en pensar sobre alguna oportunidad, debido a que...

Acarició sus labios con delicadeza como si fueran lo suficientemente frágiles como para romperse si los tocabas.

—Tengo una bella mujer esperándome en casa por la que pondría el mundo de cabeza si es necesario, solo para verla sonreír.

Elizabeth sonrió ampliamente sonrojada. De pronto apretó su agarre y la inclinó un poco haciéndola reír.

—Eres todo un galán, ¿No, querido mío?

—Solo contigo, mi diosa...

Tras unos largos segundos de contacto visual, se acercaron con la intención de acortar la distancia entre ellos.

Pero una fuerte luz azul interrumpió su momento. Blacky se levantó de inmediato de la alfombra alarmado.

Five se asustó soltando a Elizabeth y haciendo que se diera un buen golpe en el trasero al caer.

—¡Idiota!

El chico la ayudó a levantarse sonriéndole apenado.

Frente a ellos ahora había aparecido Herb y Dot, ambos se veían preocupados.

—¿Tío Herb?

—Hola, mi Luci.

—Hola, chicos —saludó Dot con una sonrisa que parecía más una mueca que otra cosa.

—¿Hola? —dijeron los tres desconcertados.

—¿A qué se debe su repentina visita? —preguntó Five tratando de bajar el sonrojo de sus mejillas.

Ambos se dieron una mirada cómplice.

—Algo terrible pasó —hablaron al unísono.