02: 𝗥𝘂𝗻 𝗕𝗼𝘆 𝗥𝘂𝗻

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{Omnisciente}

—Sobreviví como pude, comida enlatada, cucarachas —al oír esto Elizabeth arrugó el gesto con asco—. Lo que pudiera encontrar. 

Five soltó una risa falsa. 

—¿Sabes de esos chocolates que dicen que nunca vencen? —Elizabeth asintió sonriente—. Es pura mentira. 

—No puedo ni imaginarlo —lamentó Vanya.

—Haces lo que sea por sobrevivir o mueres... Nos adaptamos.

—¿Nos?

—¿Tienes algo más fuerte? —preguntó alzando la taza de café. 

Vanya les sirvió un vaso de alcohol a cada uno, Five tomó un sorbo mientras que Elizabeth se lo tomó de un trago. Luego dejó el vaso sobre la mesa y le preguntó algo apenada a Vanya:

—Disculpa que te moleste, linda ¿De casualidad no tendrás una lata de atún o de sardinas que puedas regalarme?

—Claro.

Vanya buscó entre una de las repisas hasta encontrar una lata de atún y dársela algo confundida a la chica.

Esta le agradeció y la metió en uno de los bolsillos de su chaqueta. 

Luego la mujer se le quedó mirando a Five con una expresión que la joven no pudo descifrar. 

—Crees que estoy loco —rió suave y sarcástico

—No, es solo que... Es mucho que digerir.

—¿Cuál es la parte que no entendiste?

«Tal vez todo» pensó Lizzy.

—¿Por qué no volviste en el tiempo?

—¿Cómo no se me ocurrió antes? —su tono sarcástico le causaba gracia a la chica—. Viajar en el tiempo es peligroso, no pude volver ni como bellota. 

Elizabeth se servía otro trago mirando la escena entretenida.

—¿Crees que no intenté de todo para volver con mi familia?

—Si se supone que envejeciste ahí, ¿Por qué aún te ves como un niño?

Five se rió falsamente—Ya te lo dije Vanya, debí haber hecho mal las ecuaciones. 

—Papá siempre decía que los viajes en el tiempo te pueden enloquecer, tal vez eso te haya pasado a ti.

«Esta chica está buscando su propia muerte» volvió a pensar Elizabeth.

—Esto fue un error —dejó el vaso con enojo en la mesa—, eres muy joven, muy ingenua para entenderlo. 

Elizabeth algo apenada y confundida lo siguió como un perrito.

—¡Five, espera!

Se detuvieron.

—No te he visto en mucho tiempo y no quiero volver a perderte —sus ojos demostraban tristeza, conmoviendo a Lizzy—. Mira, mañana tengo clases temprano, necesito dormir y de seguro tú —miró a la joven corrigiéndose—ustedes también. 

Vanya acomodó algunas mantas y cojines en el sofá.

—Hablaremos por la mañana, lo prometo.

—Buenas noches —le deseó la joven con una sonrisa.

—Buenas noches —le correspondió Vanya para después irse.

Five se sentó en el sofá, sacó un trozo de tela que ahora tenía en sus manos de su bolsillo y al abrirlo dejó ver un ojo prostético. 

¿Casualidad o Destino? - Five Hargreeves Donde viven las historias. Descúbrelo ahora