Cerraron los ojos y una luz morada los envolvió. En un parpadeo ya estaban en el suelo dentro de la tienda.
El ojiverde ayudó a su esposa a levantarse con cuidado mientras la revisaba por todas partes.
—Estoy bien, tranquilo.
—¿Qué rayos es eso?
Todos voltearon y miraron a un hombre con una apariencia deforme, brillante y asquerosa. Respiraba con dificultad, como si le doliera todo.
—Creo que es el sushi rancio... Pero ahora en serio está rancio.
—¡Vik! —el perro intentó acercarse.
—¡No se acerquen!
—Viktor, estás herido.
—No, estoy bien. Solo... No toquen a Ben.
A lo lejos se estaba acercando con dificultad para caminar otra persona en las mismas condiciones de Ben, o hasta peor.
Esa sobrepiel extraña se los estaba comiendo de pies a cabeza.
—¡Alejense de él!
Diego, Lila y Lizzy hicieron una mueca de desagrado.
—Por favor déjame salvarte —le rogó Viktor.
—Váyanse, no lo controlo. No quiero hacerles daño.
—Sé que dije que me das asco, pero no pensamos dejarte solo, somos tu familia.
Viktor le agarró el brazo a Ben y una luz roja irradio todo el lugar.
—¿Qué es lo que hace?
—Le está sacando el Durango —Allison se asustó—. ¡Viktor, suéltalo!
—Puedo salvarlo.
—¡Viktor no, puedes morir! —Lizzy intentó acercarse.
Diego la agarró del brazo y la puso detrás de él.
Blacky soltó un quejido y bajó su cabeza como sintiéndose aturdido.
—¿Hijo? —dijeron los esposos preocupados.
—Es una energía muy fuerte... Maldición.
El sonido de un disparo y una ventana rompiéndose los hizo sobresaltar, Ben había empujado a Viktor a tiempo y la bala le pegó en el pecho.
—No... —susurró Lizzy en un hilo de voz.
Ben cayó en los brazos de Jennifer.
Aunque la tranquilidad no duró mucho cuando sus rostros empezaron a fusionarse de forma asquerosa y tétrica.
Five se puso frente a su esposa y Blacky a su lado.
Aquella mutación empezó a soltar rugidos como una bestia. Se levantó del suelo y se acercó hacia Viktor que estaba en el suelo desmayado.
—No podemos dejar que se acerque a Viktor.
—Puede que sigan vivos ahí dentro —mencionó Klaus.
Elizabeth envolvió a Viktor en un campo de fuerza mientras Diego salía corriendo y le lanzaba unos cuchillos a aquel monstruo.
Luego salió corriendo hacia las escaleras mecánicas.
—¡Cubranse! —gritó el ojiverde tomando a Lizzy de la mano y a Lila.
Saltaron hacia el segundo piso de la tienda.
Five sacó su pistola de su abrigo y le disparó a quemar ropa a la criatura, pero por alguna razón solo consiguió que se hiciera más grande.
Blacky echó sus orejas hacia atrás.
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¿Casualidad o Destino? - Five Hargreeves
Fiksi PenggemarEran los mejores asesinos temporales de la Comisión. Pero si era así... ¿Cómo es que nunca se habían conocido? Aun siendo completos extraños ambos tendrían que unirse por un bien común: Salvar al mundo. Y en el camino ir conociendo cierto pasado de...