Eran los mejores asesinos temporales de la Comisión.
Pero si era así...
¿Cómo es que nunca se habían conocido?
Aun siendo completos extraños ambos tendrían que unirse por un bien común:
Salvar al mundo.
Y en el camino ir conociendo cierto pasado de...
Nunca fuimos una familia de verdad, sino una creación de nuestro padre. Familia solo de nombre pero no de hecho.
—Para ser una autobiografía empieza interesante —dice Blacky acostado en el pecho de su dueña mientras esta leía en voz alta para los dos.
—Blacky no seas así, es un libro sobre una integrante de Umbrella, claro que es interesante.
Al final, después del fallecimiento de nuestro hermano Ben no había nada que nos conectara, eramos extraños viviendo bajo el mismo techo.
Destinados a estar solos, desesperados por atención, dañados por nuestra crianza y atormentados por lo que podríamos haber sido. Todos queríamos ser amados por un hombre incapaz de dar amor.
—En resumen son un grupo de traumaditos con las emociones atrofiadas, con hermanos así para que enemigos —le volvió a comentar el perro.
—Blacky, no todos tienen la suerte de crecer en un hogar amoroso.
—Tal vez, pero no lo veo como una excusa para que tu tengas que ser igual.
—Buen punto.
Mi padre nunca perdió la oportunidad de recordarme que yo no era especial, algo difícil de oír para una niña. Si te educan para creer que no tienes nada de especial, si el punto de referencia es lo extraordinario, ¿Qué haces si no lo eres?
—Lo dice como si ser ordinaria fuera algo malo, que no cuentes con un poder como ellos no significa que seas una basura —dijo Elizabeth con algo de pena por Vanya.
—No puedes hablar como una persona totalmente ordinaria.
—Soy un ser humano como ellos, no son superiores ni mejores.
—No lo son, pero tú cuentas con una ventaja.
—Sigamos leyendo —rodó los ojos para seguir leyendo.
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—¿Dónde esta mi pequeño travieso? —preguntó canturreando.
La chica caminaba por la habitación "buscando" a Blacky.
Five la vio y decidió acercarse, se recostó en el marco de la puerta con el ceño fruncido mientras se le quedaba viendo a una alegre Elizabeth.
