Capitulo 23

947 68 4
                                    

Habia dormido toda la noche con una roca machacandome la nuca, es esa la razón por la cual amanecí con malestares.Odio dormir en carpas. Jo habia dormido en otro lugar,aunque ya deduje donde se encontraba por sus casi agonizantes gritos orgasmicos que venían de la carpa a mi lado,seguramente ella va a venir a mi y me dirá lo mucho que ama a ese chico, que querrá tener dos hijos llamados Mike y Travis, que desea casarse... Bla bla bla,típicas palabras de una completa ilusa. Espero que ese chico no le rompa el corazón,quizá tengo tanto miedo que aquello suceda por experiencia ,eso duele y demasiado.

Querida madre:
Hace exactamente un mes, y cinco días que te fuiste.
Escribo esto en mi diario por que extraño hacer este tipo de cartas hacia ti,espero que me escuches y que mantengas esas gemas mieles que tienes de ojos en una mirada de felicidad. Necesito que me entiendas, que me cuides, necesito que me arropes a la noche,necesito tantas cosas de ti que nunca pude disfrutar.

Necesito tu abrazo, y aún deseo necesitar amor maternal.

Estaba un poco triste aquel dia, habia tomado varios laxantes,no tenía apetito y tenía sueño. Estaba tan perdida en mis pensamientos, recordaba a Bruce,me odiaba por hacerlo.Entonces recordaba a Rebecca para que esa sensación de dolor se aleje, recordaba a mi madre y todo se volvía tan puro,tan vacío. Aveces le reprochaba a la vida-o a cualquier ser que la haya inventado- y le preguntaba ¿Porque me tenía que suceder esto a mi? ¿ Porque no puedo recibir un beso y un abrazo de mi madre?, ella jamás me dijo que me amaba, nunca pudo hacerlo y no la juzgó, simplemente no puedo creer que la ruleta del dolor le haya tocado a ella. Y si, me estoy quejando, me estoy quejando de que nunca recibí un consejo de ella,me quejo de no poder haber oido su voz, me quejo por no darle la oportunidad de tener una vida feliz, además me quejo por haber vivido con mi violador durante los últimos diecisiete años, me quejo por no darme cuenta de ello, por recibir maltratos, por no tener ni un mínimo cariño, por no haber podido disfrutar de tener un amor...un amor de una familia feliz.
Quizá algo malo hacemos sin darnos cuenta para recibír ese conjunto de tragedias, igualmente eso no es una excusa para lo suele habia sucedido a mi madre, podria mirar hacia el cielo,rezar una y mil veces pero jamás recibiría una respuesta razonable para explicar por que una mujer que toda su vida soño con tener una familia sana y feliz terminó así.
No dudaría en lanzarme a un precipicio si lo tuviera aquí en frente, tampoco dudaría en golpearme una y otra vez si fuese otra persona. En ese mismo instante me odiaba, me odiaba mucho, habia olvidado la autoflagelacion y me angustiaba tomarla por una solución para mis ataques de tristeza, sentia un nudo en mi garganta que quería gritar tantas cosas.

Te odio, te odio, odio tu cuerpo,odio tu cara, tu cabello,.Te odio tanto que quisiera hacerte desaparecer. Pero no puedo,soy tan cobarde.

**
El núcleo de tener un dia de esos en lo que se baja la autoestima fue mi extraño y turbio sueño, realmente no estoy segura si fue un sueño o una pesadilla pero ai puedo aclarar que me dejó pensando toda la tarde.
Se trataba de mi madre,nuevamente. Me encontraba en esa perturbadora sala de vídeos que había transformado mi vida, entonces aparecía ella con un vestido blanco,se veía tan real,relajada y llena de paz. Me daba escalofríos al verla tan cerca mio, ella me evitaba mientras yo quería abrazarla.

-Mama,mamá por favor.

Le decia mientras lloraba como niña,me sorprendi al verme unas adorables trenzas hechas en mi cabello.

-Te ves tan bonita, quizá deberíamos adornarlas con rosas-

Exclamó dandome unas de esas sonrisas que jamás me dio,normal dirigimos a un pequeño prado repleto de rosas de distintos colores y tamaños.Y sucedió un pequeño deja vu, ella tomaba las rosas y las colocaba en su canasto,sin embargo, yo lo intentaba y me pichaba. Mis manos desangrando,la sangre callendo formando una cascada era señal de que estaba muriendo,lo sentia, me sentía débil y mareada. La niebla en mi vista indicaba que estaba callendo al infierno, sentí unas manos frías y calidas tocando mi pecho. Alguien me estaba reviviendo.

Cariño,algunos héroes no necesitan una capa o un superpoder para salvarte, algunos sólo con una sonrisa y algunas palabras pueden sacarte del mismísimo infierno.

**

-Hola.- Dominic se acercó a mi carpa, ¿como este chico se hizo dejó de ser un misterio? ¿Cuando comenzó a convertirse en real?

-Hola.- le dije tapandome la cara con la sábana.

-¿Por que estas llorando?- me miro con preocupación. Mi expresión cambió rotundamente, a veces no soportaba callarme al llorar, muchas veces tapaba mi boca para no emitir ningún ruido. Pero cuándo se necesita explotar,uno no se puede controlar.

-Recordaba a mi madre.- le dije un poco fría, el quedó quieto y algo sorprendido.

-Ella... Ella ¿murió?- dijo con confusión.

-Si, hace un mes.- suspire tranquilizando el llanto.

-Se como te sientes, te entiendo.- me acaricio la mejilla, lo esquive haciendo un gesto de repugnancia. Obviamente ahi estaba intentando hacerme la difícil,y la realidad es que quería abrazarlo fuertemente.

- Nadie entiende,Dominic.- el me miro con una pequeña sonrisa en su rostro, habia hecho un diminuto homenaje a su antigua frase. Le devolvi la sonrisa.














El suicida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora