Estaba teniendo unos días de mierda, mi cabeza dolia y mi autoestima caía aún más. Dominic me invitó a una cena con sus padres, por supuesto que acepté su inesperada invitacion.
-Buen día, Srta.Williams.- el psiquiatra me recibió con una leve sonrisa, era un gran hombre, su cabello repleto de canas y su traje elegante le daba un toque de sabiduría.
-Buen día.- me recoste en un sofá cama dándole la espalda.
-sigamos con la charla de ayer ¿te parece?- preguntó iniciando conversacion, asentí sería.-Bueno... Bruce quedó en prisión y...
**
Caminaba dirigiéndome hacia la selda número 168, fijaba mi vista al suelo.omitiendo cada piropo desubicado de parte de los encarcelados, omitiendo cada mirada perversa y asesina.
-venga por aquí señorita.- oí al vigilante guiarme, suspire con nervios.Afirme mi postura intentando que mis piernas dejarán de temblar.
La celda se abrió dejando ver una silueta sombría sentada frente a una mesa, mi pulso se aceleró y me congele en mi lugar, no me atrevía a mirarlo. Su rostro me miró fijamente, una mirada tan llena de rabia y rencor, odio. Me horrorice al sentir su fría mirada en mi,era tan repugnante. El oficial me envió una mirada tranquilizadora y me acompañó hasta la silla, lo tomé fuertemente de la manga queriendo salir de alli con desesperación, el asintió nuevamente dándome seguridad.
Mis piernas se aflojaron al verlo levantar su rostro y mirarme fijamente a los ojos, me estremecí. Su aspecto era de un típico villano, cabello negro con un rastro mínimo de canas y unos ojos verdes amarillentos que daban una expresión más impactante en el, su piel palida y un cuerpo altísimo. Aquellos detalles me llenaban de asco y odio.
- Emma, ¿A que se debe tu visita?.- dijo con una voz aspera, me daba escalofríos.
-So...solo vine a enfrentrarte.- frunci el ceño, mis labios temblaban y mi voz se entrecortaba.
-¿Enfrentarme? Vamos, no seas patética.- puso sus ojos en blanco con sinismo.
-¿Que sucedió cuándo era pequeña?- exclame con temor, bajé mi vista mirando mis manos y jugando con ellas.
-No, no se de que me hablas.- contestó con indiferencia.
- Si lo sabes.- lo fulmine y recibí una expresión de desinterés.-¡contesta! Hijo de puta.- me armé de valor y me desquite de mi ira.
Odiaba cada parte de el, aborrecia su forma de ser, odiaba que no admitiera lo que me hizo.
-¿Sabes que? Jódete.- soltó una carcajada malévola.
- jódete, eso es lo que voy a decir cuando te vea morir en este calabozo.- me levanté de mi silla.
-Mandale saludos a tu madre.-voltee a ver su expresión de satisfacción, una sonrisa de oreja a oreja que me llenaban aún más de rabia. Estaba loco,y me estaba volviendo loca.
Me acerqué a el y lo tome del cuello de la camisa, el siguió con su expresión malévola.
-Te vas a pudrir aquí.- frunci mi ceño, enferma de odio y rabia quería ahorcarlo.
- Relájate.- me acaricio la mejilla, lo empuje contra el suelo. El vigilante se acercó a mi y me tomó de brazo bruscamente arrastrandome.
- ¡Te vas a pudrir!¡Hijo de puta!- grite mirando su sonrisa provocandora,estaba loca. varios oficiales se acercaron a ayudar para sacarme de allí, gritaba cada cosa que tenía guardada,pero el seguía en el suelo con su sonrisa.
**
-¿Te sientes más aliviada?- pregunto el doctor, asentí con algo de duda.
...Al salir de la sesión me acerqué a la entrada principal, miré a Frankie mirarme con una sonrisa, ¿que estará tramando este chico?.
-Hola,cariño.- me dio un abrazó reconfortante, besé su mejilla.
-Hola,¿para que me llamaste?- dije confusa.
-Necesito que me acompañes a hacer unas compras.- exclamo con una leve sonrisa, asentí mientras caminabamos hacía la parada del autobús.- tomemos un taxi, está vez yo pago.- dijo parando un taxi de la avenida, me abrió la puerta como un caballero. Le sonrei amablemente.
Entre idas y vueltas, Frank decidió comprarse unos pantalones ,camisa y zapatos. A mi parecer el tendría una cita, lo se, es raro pero no compre nada aún para la cena con los padres de Dominic.
**
Al llegar a mi departamento decidí comenzar un revolcón de ropa, en busca de algo casual para la cena. No sabría como reaccionar al ver a su madre, jamás la ví en persona y aún no conozco su personalidad. Temo que sea esas típicas Señoras adineradas repletas de prejuicios hacía las novias sus hijos.

ESTÁS LEYENDO
El suicida.
Teen Fiction"Cariño, Algunos héroes no necesitan una capa o un superpoder para salvarte, algunos solo con una sonrisa y algunas palabras te pueden sacar del mismísimo infierno."