Capitulo 7

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-¿Quieres entrar?- El me señalo la puerta su habitación, mire sus labios morados temblando de frio.

-Esta bien.- el me tomo de la muñeca y comenzó a correr conmigo. Yo me dedique a respirar profundo intentando calmar el dolor que me causaba su tacto. Escuche su hermosa carcajada y sonreí. Paramos frente a su puerta y entramos rápido, él frio era muy fuerte. Mis pies se estaban congelando. Me senté en su camilla y me quite mi chaqueta de cuero.

-¿Qué miras?- Sonreí al ver a Dominic mirándome fijamente, el me miro confuso y luego rio.

-Lo siento, es que…eres muy hermosa.- Me sonroje y le lance un almohada en la cara que despeino su perfecto peinado. El hizo un gesto de enojo pero luego rio acomodando su cabello.- Es verdad, te lo digo enserio .

-¿Por qué haces eso?- le dije un poco seria.

-Lo siento, estoy arruinando el momento ¿verdad?.- él se sentó a mi lado. Se quitó su campera y la lanzo a la camilla del frente.   

- No lo estas arruinando, solo que me haces sentir incomoda.- El levanto una ceja y me miro algo pícaro.

- ¿Qué cosas te hacen sentir incomoda?.- parecía un intento de seducción, cerré mis ojos y suspire. Su mirada hacia que mi corazón latiera velozmente.   

-Tu me haces sentir incomoda, todo de ti es lo que me genera nervios.- el acomodo su cabello y me miro a los ojos.

-Estos estúpidos gestos los generas tu.- el señalo su rostro y yo me sonroje. Al parecer eso agravo mas la situación.

-Dominic.- lo empuje y reímos.

-¿Qué?.- al terminar de reírnos el silencio se concentró en esa pregunta. Nuestras miradas se cruzaron, Lo único que se escuchaban eran nuestras respiraciones acelerándose cada vez que nuestras bocas se acercaban. Más, y Más.

Lo siguiente no tiene explicación alguna, nuestros labios se tocaron y su dulce beso, me decía lo mucho que me extrañaba. Lo mucho que me necesitaba. Yo le respondía un poco más rápido diciéndole que jamás lo dejaría solo, que siempre estaría ahí para el. Extrañaba todo de el. Y cuando sus manos tocaron mis caderas sentí un cosquilleo en mi panza que decía que estaba enamorada, sentía cada mano en mi cuerpo como si fuese débil y temerosa. Sus frías manos me decían que me recostara, sus caricias me dejaban helada y completamente débil a su tacto. Yo  tomaba su cabeza con mis dos manos despeinando su negro pelo y tomándolo como si solo fuese mío para siempre. Su lengua caminaba por mis cuerdas vocales, Quería reír pero luego me acordaba de que él se encontraba encima mío y el miedo me acechaba. Me sentía como una chica fácil y quería parar. Pero sus dulces labios me impedían separarme.

Sabía que esto estaba mal y que no podíamos seguir, pero su manera de mirarme fijo mientras nos besábamos me hipnotizaba . Luego el cerro sus ojos y yo mantenía mi vista en el mientras nos besábamos. Mire sus lágrimas y mire su dolor mientras me besaba. No podía dejarlo nuevamente.   

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Este fue muy cortito, estoy preparando algo muy bueno :'D 

El suicida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora