Mascota de la casa // Traducción Dramione

9: Bajo la luz de la luna

"¿Puedo mostrarle a Hermione algo del castillo?" Theo había esperado para hacer la pregunta hasta que Titus detuvo su conversación con el director Snape.

"Tal vez cuando termine. Hay algunos profesores con los que necesito hablar antes de irme".

"Nunca terminarás", se quejó Theo. "¿Qué podría pasar? Hogwarts es uno de los lugares más seguros para estar. Prometo estar a su lado todo el tiempo. Nos quedaremos dentro. Solo quería mostrarle la biblioteca..."

"¡La biblioteca!" Hermione juntó las manos emocionada.

Titus sonrió ante su entusiasmo. Siempre se burlaba de ella sobre su amor por el aprendizaje y cómo podía perderse en una librería. Cuando ella dio su mejor expresión suplicante, Tito se suavizó. Ella planeaba sacar todas las manipulaciones que conocía para convencerlo, porque siempre le resultaba difícil decirle que no.

"Bien", concedió. "Pero solo la biblioteca".

"Pero también quería mostrarle la Torre de Astronomía. O tal vez las mazmorras".

Titus negó con la cabeza.

"Permitiré la torre de Astronomía, pero no los dormitorios".

Ella tomaría lo que pudiera conseguir.

"La biblioteca primero", exigió. Escuchó a Titus reír mientras agarraba el brazo de Theo y lo arrastraba fuera de la habitación.

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"Solo tú querrías mirar libros cuando hay un baile", dijo Theo.

Hermione estaba parada en medio de la biblioteca de Hogwarts, girando con los brazos extendidos, como si eso la ayudara a absorber el conocimiento. La bibliotecaria, Madame Pince, mantuvo ojos de águila sobre ellos, incluso cuando desaparecieron en las pilas. Hermione sabía que era un alma gemela.

"Es maravilloso". Ella olisqueó profundamente, suspirando cuando olía exactamente como esperaba, de páginas viejas y velas quemadas y polvo acumulado. "Además, fuiste tú quien lo sugirió por primera vez".

Theo había estado inquieto desde que salieron del Gran Salón, sugiriendo que le estaba ocultando algo. Hermione detuvo su adoración en la biblioteca y entrecerró los ojos.

"¿Qué pasa?"

"Bueno, si te lo digo, tienes que prometer no enojarte".

Hermione cruzó los brazos, ya no le gustaba a dónde conducía esto.

"No prometeré eso Theodore. Solo dígame, o me enojaré de todos modos".

Theo tragó saliva.

"Elegí atreverme".

"No estoy siguiendo".

"Durante un juego de Verdad Mágica o—"

"¡Theo!" La boca de Hermione se abrió. "No jugaste ese horrible juego. Pensé que eras más inteligente que eso. Hay algunas consecuencias reales al jugar".

Theo suspiró y parpadeó sus ojos color avellana. Las gafas se deslizaron hasta el final de su delgada nariz, y dio un empujón para volver a ponerlas en posición.

"Sí, lo sé, por eso necesito tu ayuda. Traté de mantenerme con la verdad, honestamente, lo hice, pero las preguntas comenzaron a ser vergonzosas. Así que en mi último turno elegí atreverme".

Hermione ya comenzó a pensar, sabiendo que Theo se metió en un aprieto del que solo ella podía sacarlo.

"¿Es por eso que querías alejarte del baile y de Tito?"