Mascota de la casa // Traducción Dramione

14: Verdad o reto

"No puedes ignorarme para siempre". Titus se sentó en los puestos de quidditch junto a Hermione mientras esperaba que comenzara el juego de Theo. Los otros padres y estudiantes se mantuvieron alejados de ellos, probablemente sintiendo la tensión.

Decididamente, podía ignorarlo.

Hermione se apretó más la capa, tratando de bloquear el viento helado. En lo alto de las gradas, se sentía implacable, a pesar de los encantos cálidos. Era un día miserable, y si no fuera por la anticipación de lo que podría venir más tarde con Draco, habría preferido quedarse en casa, adentro, como cualquier persona razonable.

Hermione miró fijamente a Draco mientras hacía volteretas y giros en el aire, practicando atrapar a la soplona. Sus ojos no podían apartarse de las largas y delgadas líneas de su cuerpo. Un agudo deseo la atravesó, recordando cómo se sintió cuando sus ásperas manos se deslizaron por sus muslos.

Hoy, los Slytherin se enfrentaron a los Ravenclaws, el último partido antes de las vacaciones de invierno. Se suponía que los Slytherin no iban a tener un partido tan parecido al último, pero los calendarios se habían reorganizado. Hermione sospechaba que los Malfoy tenían algo que ver detrás de eso.

"Han pasado días desde que me hablaste, Sprite." Titus volvió la cara para mirarla. "Ya no estoy enojado y te extraño". Trató de agarrarla de la mano, pero ella tiró de ella, no queriendo ser calmada por él. Flexionó la mano agitado. "Mira, sé por qué robaste los libros. Debe parecer injusto que se le niegue el conocimiento, especialmente a alguien que lo ama como tú. Simplemente, trata de verlo desde mi perspectiva". Titus tocó la correa de su bolso. Lo usó hoy a propósito para ver si él se lo quitaba. No había nada en él, excepto unos pocos libros aprobados y algunos bocadillos. "Realmente es un poco de magia inteligente. No mentía cuando dije que estaba impresionado".

Cuando ella seguía sin responder, él hizo un ruido de frustración y se volvió hacia adelante.

Esperó hasta que la ira la obligó a hablar.

"Me gritaste", decidió decir.

Titus no respondió por un momento, como si tratara de estructurar sus pensamientos.

"¿Estás realmente enojado por eso, o estás más enojado porque me llevé los libros?"

"Las dos cosas. Soy excelente en la multitarea".

Titus suspiró y se frotó la nuca, como si quisiera masajear un poco la tensión.

"No me disculparé por recuperar libros robados, pero no debería haberte gritado, incluso si estaba enojado". Le tocó la mano y entrelazó suavemente sus dedos. Esta vez no tuvo fuerzas para tirar de él. Realmente ni siquiera tenía la fuerza para mantenerse enojada. Era difícil ignorar a una persona tan importante en su vida. "Sé que mis gritos te asustaron, y la idea de que alguna vez me tengas miedo me hace sentir terrible".

Hermione respiró hondo.

"Después del juego, ¿puedo explorar el castillo con Theo?"

Titus buscó su rostro como si quisiera encontrar el truco.

"Si te lo permito, ¿me perdonarás?"

—No lo sé.

—Por favor, Sprite —dijo—. "No me gusta que me mires así, como si... nunca te hubiera hecho daño. Lo sabes, ¿verdad?

Sonó el silbato, señalando el inicio del partido.

—Está bien —dijo ella—. Si me dejas explorar el castillo con Theo todo el tiempo que quiera, sin pasar por encima de nosotros, intentaré perdonarte. Más vale que consiguiera lo que quería, ya que probablemente lo perdonaría pronto de todos modos. Mantener su ira encendida requería mucha energía, y no sabía cuánto tiempo más podría aguantar sin ceder, especialmente con la forma suave en que él sostenía su mano, manteniéndola caliente del viento helado.