Capítulo 01

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Hacía veinticinco años, el Conde de Reddig firmó un contrato con el Duque de Westvale en el cual le entregaría a uno de sus nietos en edad de casarse con el nieto del Duque de Westvale.

El Conde de Reddig felizmente dejó ese contrato atrás y tuvo el descaro de morir sin mencionar dicho contrato a su hijo, que se convirtió en el nuevo conde, el cual era bastante ignorante a las maquinaciones de su padre hasta ese momento.

Asombrado, Statton Graham miró fijamente al hombre que apareció en lugar del Duque, un señor llamado Eldon Stammet, y le hablaba sin ningún temor.

"Nunca en mi vida he visto este documento, ni he accedido a él"

Eldon Stammet se consideraba a sí mismo un hombre con distinción, siendo un notario en la Casa Ducal, estaba encargado de las instrucciones más íntimas y queridas de la familia Lecter.

No estaba dispuesto a ser disuadido por alguien que no fuera de la estimada familia, ya fuera un Conde, un Alfa o cualquier combinación de ellos.

"Lo siento" exclamó Eldon, en unas palabras cuidadosas y educadas, con sus facciones educadas y en calma a pesar de la creciente oleada de ofensa que sentía. "Me temo que no está claro. ¿Tal vez le gustaría tomar un momento y volver a leer el contrato una vez más?"

"¡No necesito volver a leerlo!" exclamó Statton, irritado, con las mejillas redondas llenas de un color rojo. "¡Le estoy diciendo que no voy a cumplir con un contrato que no he firmado!"

"Me temo que tengo el papeleo legal necesario para obligarlo" dijo Eldon, cauteloso en ser amable, como si presionara un punto para que cambiará de opinión. "El anterior Conde lo firmó hace unos veinticinco años, aceptando claramente dar a uno de sus nietos en matrimonio a cambio de una alianza con la línea de los Lecter. Más específicamente, una de sus hijas elegibles para casarse con el nieto y heredero del Duque"

"Su nieto que ha estado desaparecido de este país durante los últimos diez años" dijo Statton, hablando en voz alta para ser oído en el pasillo. "¿El mismo nieto cuya arrogancia y terquedad con su matrimonio anterior son objeto de chismes hasta un grado interminable? ¿El mismo nieto que todos asumimos de buena gana, renunciaría a su herencia para pasar sus días como médico en el campo cuando se retiró de las fuerzas armadas? ¿Ese nieto?"

Eldon se puso rígido al oírlo hablar de la familia Lecter de tal manera.

"¿Está tratando de decirme, Conde, que considera que el contrato es nulo y sin valor?"

"¡No! Maldición. Estoy diciendo que casé sin saberlo a mis hijas con hombres que son lo suficientemente ricos para cuidarlas y viven fuera de esta tierra, señor. ¡No me quedan hijas!"

Eldon Stammet no era un hombre que voluntariamente regresaría ante una derrota ni sería fácilmente despojado de su tarea.

"Estoy consciente que no, de hecho, tiene una hija en edad de casarse. Tiene dieciocho años, ¿no? ¿Todavía no está comprometida? Ella lo hará muy bien, estoy seguro. El Duque desea que regrese de inmediato con un informe, así que, por favor, quiero conocerla" Statton lo miró una vez más, con sus ojos azules amplios y sin pestañear. "Es un acuerdo de larga data, mi Señor. Es algo esperado" dijo Eldon, recordando su deber.

"Sr. Stammet" dijo Statton, con su mente trabajando rápidamente para encontrar una salida. "Hannibal Lecter es conocido por su temperamento. Ya está condenado en el ojo público como un asesino de su difunta esposa. ¿Qué garantía tengo de que mi hija no sea maltratada?"

Statton miró el contrato y lo leyó dos veces. En ninguna parte se decía que tenían que ser mujeres, sólo que debían ser de una edad fértil y capaz de proporcionar a los esperados hijos para continuar con la línea de los Lecter. Mientras que no estaba dispuesto a separarse de su hija menor por un hombre intolerable y sanguinario como el Duque, estaba más que feliz de librarse del Omega nacido junto a ella.

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