Overcoming

Capítulo 52

Si no hubiera sido por su vínculo, que brillaba directamente en su corazón con cada matiz de los sentimientos de Hannibal, Will podría haber dudado de su despedida con buenas noticias.

Hannibal simplemente se quedó mirando a Will, con los ojos ámbar desenfocados, con la boca entreabierta y las puntas de sus colmillos Alfa asomándose bajo la firme curva de su labio. Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos, los lisos planos de su rostro se transformaron en una amplia y encantadora sonrisa y lo tomó en sus brazos, arrastrando a su pequeño y robusto compañero en su regazo mientras él se recostaba hacia atrás en el asiento de la ventana, riendo de emoción.

Will se rió con Hannibal, con los brazos apretados alrededor de su cuello, se subió con facilidad en su regazo y sin aliento.

Will cerró los ojos y se aferró, los sentidos se llenaron hacía a su marido, las dudas, los temores y las reservas desaparecieron bajo la fuerza del amor de Hannibal por él.

"Dioses, Will, ¿lo dices en serio?" preguntó Hannibal, relajando su abrazo sobre Will en una punzada de preocupación, ahuecando la parte posterior de su rizada cabeza para acariciar su cabello.

Will asintió contra su garganta e inclinó su cabeza hacia atrás, encontrando la mirada de Hannibal, soltando sus brazos para poner la mano en su mandíbula.

"Sí" exclamó Will, con el corazón latiendo de alegría compartida, con una alegría que lo hizo sentir casi borracho, atolondrado de felicidad. "Al menos, eso creo. No puedo estar seguro..."

"Yo lo estoy" dijo Hannibal, respirando y temblando, vibrante de energía, como si pudiera correr hasta Hartford Town gritándole al mundo que su compañero estaba en cinta. "Lo sabía, Will. Vi los signos claros como el día, pero traté de no presionarte con esperanza"

Hannibal se detuvo, inclinando su boca con la de Will en un breve y dulce beso, ambos medio riéndose, llenos de un placer burbujeante que se esparcía como champaña.

"Todavía es muy temprano" dijo Will, tratando en vano de controlar sus expectativas, de prepararse para lo peor simplemente por hábito. "Es posible que esto sea una falsa alarma..."

"No, nunca digas eso" dijo Hannibal, besándolo de nuevo, con su poderoso cuerpo zumbando de felicidad. "¡Nunca digas eso! Estoy seguro, Will. Debería haber sabido en el momento en que los olores comenzaron a afectar. Ya somos sensibles a los olores y el embarazo solo puede empeorar con eso. Todas las señales estaban allí, el resplandor que tienes sobre ti, tu agotamiento repentino: estás embarazado, mi amor. Sé que lo estás"

"Pronto lo sabremos" dijo Will, con la seguridad de Hannibal fortaleciendo la suya.

Will acarició el fino cabello de su marido, maravillándose de que una alegría así de abarcadora pudiera existir.

"¿Will?" preguntó Hannibal, sintiendo algún cambio en el comportamiento de su compañero. "No necesitas tener miedo. Sé que hay muchas historias de terror, pero estaré contigo. No te pasará nada, lo prometo"

"No, no es eso" exclamó Will, sacudiendo la cabeza, emitiendo una risa suave y avergonzada. "No, es solo... que hace un año que éramos unos extraños el uno para el otro. Me imaginaba que viviría para siempre tal como era, sin hijos, casados sólo por nombre, encontrando consuelo en el manejo de la propiedad y resignado a lo que la vida había considerado apropiado conceder" la tristeza que tiñó su sonrisa se desvaneció, las lágrimas en sus ojos azules fueron de alivio y gratitud. "Nunca imaginé que esa felicidad me esperaba, Hannibal. Nunca soñé que experimentaría el amor como el tuyo, que alguna vez me encontraba llevando a nuestro hijo y deleitándome en cada momento de mi vida en lugar de meramente atravesarlo"