Capítulo 39

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El ambiente en Chelsea House fue considerablemente más ligero para el regreso de Will.

Berger se las arregló valientemente para recoger la ropa de la biblioteca antes de que las sirvientas la encontraran, aunque un botón perdido permaneció sin ser localizado y más tarde encontró su camino de regreso con la forma silenciosa y discreta del personal de la familia Lecter.

Había una comprensión tácita entre los Srs. Clarges de que Will se quedaría con Hannibal hasta que ambos pudieran regresar a Hartford House juntos.

Después de todo lo que había pasado, cualquier conversación sobre la separación era anatema y se evitaba como tal.

Hicieron los arreglos en consecuencia, encontrando tiempo durante el desayuno para hablar de lo que había sucedido en ausencia de Will con respecto a Abigail.

"Desearía que nos dejaran al menos verla" dijo Will, golpeando con su cuchara una feroz ampolla en su ceja cuando miró a Hannibal y le dio a Winston otro bocado de jamón ahumado debajo de la mesa. "Hannibal"

"Temen por nuestra influencia" dijo Hannibal, sonriendo ante la amenaza en los ojos de su esposo. Él generosamente agregó otra rebanada de jamón al plato de Will, lo que le ganó una pequeña sonrisa. "Pero yo también deseo que podamos visitarla. Abigail debe estar muy nerviosa e infeliz en ese lugar, aunque los cenobitas no son desagradables"

"Ella es una chica joven acostumbrada al aire fresco y la libertad" dijo Will, capaz de volver a su desayuno ahora que Hannibal tenía ambas manos a la vista. "La ciudad debe parecer sofocante y todo tan extraño. Un Cenobio es sin duda un lugar muy triste para un niño"

"Conseguí una habitación muy elegante para Abigail allí" dijo Hannibal, sorbiendo el café que Will prefería para el desayuno por su té habitual. "Fue utilizado para alojar a la Reina Madre después de su arresto. Es tranquilo, con una hermosa vista del jardín"

"Nada es agradable cuando se ve en los bares" comentó Will, dándose palmaditas en la boca con su servilleta. "¿Podemos al menos velar por su comodidad?"

"Sí, eso es en lo que insistí" dijo Hannibal, bajando su tasa. "Por cierto, sería de gran ayuda para mí si pudieras ir en mi lugar a comprar en su nombre. Estaré ocupado con unas reuniones con varios jueces hoy y no podré hacerlo tan pronto como prefiera"

"Me ocuparé de eso" exclamó Will, sonriendo cuando Hannibal se acercó para tomar su mano, entrelazando los dedos. No había ningún beso a seguir, era simplemente por el bien de tocarlo, una confirmación de que estaba a su alcance. "¿No tiene nada?"

"Algunas prendas interiores y otro vestido que Emily le proporcionó" dijo Hannibal. "Aparte de eso, está completamente a merced de lo que el Cenobio puede ofrecerle"

"Sin sus medidas, será algo complicado" dijo Will, dándole un apretón a la mano de Hannibal. "Pero le haré un pequeño guardarropa, cosas simples para verla hasta que podamos llevarla a casa"

Hannibal besó su mano, levantándola para presionar sus labios en los nudillos de Will antes de preguntar.

"¿Realmente la llevarías a Hartford House?"

"Sí, por supuesto" dijo Will, sorprendido de que preguntará. "Si Abigail desea algo así. Hartford House es donde nació. Tiene todo el derecho a llamarlo hogar"

Hannibal frotó con el pulgar los nudillos de Will y frunció el ceño pensativo mientras hablaba.

"Abigail deseaba que te dijera que lo sentía"

"¿Lo sentía? ¿Por qué diablos?" preguntó Will, haciendo eco con su ceño fruncido.

"Abigail me dijo que el día que se fue de Marsham, te dijo cosas que lamentó" dijo Hannibal. "Quería que supieras que siente lo que dijo, y te agradece por ser tan amable con ella"

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