Overcoming

Capítulo 09

Gracias al caos de abajo y a la llegada inesperada del Clan Dimmond, el almuerzo estuvo perdido y Will descubrió que no lo lamentaba en absoluto.

Will no estaba en condiciones de estar en compañía, no mientras seguía temblando por las consecuencias de su enfrentamiento con Hannibal.

Will reprimió un estremecimiento ante el recuerdo de la tibia punta de los dedos de Hannibal presionando a lo largo de su mandíbula, buscando las sensibles y pequeñas glándulas olfativas que había ocultado tan fuertemente para volverlas inútiles.

Los dedos de Hannibal se habían sentido como carbones en la piel de Will, abrumadoramente calientes y aterradores, pero su corazón había martillado en algo como la excitación, con un tipo agudo de placer aterrorizado por estar atrapado e indefenso bajo el peso de su compañero Alfa.

Hannibal se había sorprendido por el comportamiento de Will, con sus ojos ámbar medio cerrados y su boca se separó ligeramente mientras lo miraba, con la intención de buscar la fuente de su olor. Lo había preocupado aún más en aquel momento porque no había sentido más que un ansioso y doloroso deseo de permitir que hiciera lo que quisiera, cualquier cosa.

Hannibal estaría horrorizado al saberlo, sin duda, rechazado en usar su noble nariz para poder mirar a Will a lo largo de su longitud, altivo y seguro en su confianza.

"Es demasiado peligroso" exclamó Will, nivelando con una mirada a su propio reflejo.

Si Hannibal debía averiguar sobre el vínculo que Will tenía con él, entonces usaría ese conocimiento, ese poder que tenía, para su propio beneficio.

Ciertamente, era demasiado peligroso arriesgarse.

Will se volteó resueltamente al desamparado juego de té y se sirvió una taza con la mano que todavía temblaba de irritación ante las actitudes de Hannibal.

Will lamentó profundamente romper la otra taza de té como temía, ahora que la primera descarga de la emoción estuvo afuera. Era su juego de té favorito, desde hacía mucho tiempo retirado del uso regular de piezas perdidas, pero Jimmy sabía que le gustaba especialmente por esas mismas razones.

No era impagable en los caminos que Hannibal había reclamado, sino en las formas que entendía por sí sola.

"Sólo somos los dos, ahora" murmuró Will, frotando el pulgar sobre el labio de la frágil taza de té. "Supongo que eso está bien..."

Sinceramente, Will nunca supo quién había esperado usar esa segunda taza. El personal nunca le serviría a nadie con un conjunto. El hecho de que Jimmy lo hubiera mostrado ante la presencia de Hannibal era sólo una sutil rebelión en su nombre. Sin embargo, alguna parte siempre había encontrado esperanza en la presencia de esa taza vacía que esperaba en la bandeja, como si en cualquier momento un amigo pudiera aparecer y compartir su tiempo.

Will sabía que ya no era una ilusión agradable.

"Tú, Will, eres como esta taza de té. Sin duda hermosa pero sirves solo para una función"

Las palabras de Hannibal habían encontrado la grieta en la compostura de Will y se deslizaron por debajo, en un ultrajante insulto con tal seriedad sedosa con la que todavía estaba horrorizado por la capacidad de su marido de perder completamente y deliberadamente su punto.

Hannibal había tomado un ejemplo de proporciones extremas para llegar a Will, y con el sacrificio de algo precioso para hacerlo.

"Nunca volverá a estar entero" murmuró Will sombríamente. "Ni en un millón de años"

Enojado con Hannibal, enfadado consigo mismo, Will se puso en pie de un salto y puso el asunto detrás.

Will se frotó viciosamente el cuello, la mandíbula y otras áreas de la glándula olfativa con el líquido neutralizador, procurando para él sobre una base regular, determinando que no tenía ninguna razón para afirmar que estaba provocando.