Más de un mes había pasado antes de que el carruaje ducal regresará trayendo a varios ministros de la ley junto con el apoderado para casarse.
Mina, avisada de que se acercaban, miraba con los ojos abiertos desde detrás de las cortinas cuando Will estaba, una vez más, vestido para aparecer en su lugar.
"Qué buen aspecto tiene tu apoderado" suspiró Mina, sonrojándose ligeramente. "Es una lástima que no sea el heredero. No me importaría ser Duquesa si fuera el Duque"
Will frunció el ceño, preguntando con mal humor, en una nitidez de pura y espantosa ansiedad.
"¿Y Timothy? ¿O son tus afectos tan fugaces?"
Mina se echó a reír, con un sonido flotante y encantador, se alejó de la ventana para mirarlo.
"Ese es mi vestido de día favorito, no lo ensucies. Aunque supongo que no importa ahora"
Will no lo dignificó con una respuesta.
La influencia de su padre era tal que se sentía ridículo con sus hermosos vestidos, aunque las sirvientas le aseguraron que los llevaba con la misma gracia y encanto que su hermana. Sin embargo, no podía imaginar continuar con esa farsa por mucho tiempo. Según su padre, no tendría que hacerlo.
El carruaje se detuvo y Mina le ordenó a los sirvientes que comenzaran a cargar sus baúles. Su nuevo vestuario ya había sido encargado, ya no había pocas piezas en su poder.
Mina estaba ansiosa por deshacerse de sus viejos vestidos para dejar espacio y continuar la ilusión de que Will no era más que la hermosa joven que parecía.
Una parte de Will quería ser, aquella parte que su padre había echado a perder. Esperaba que se contentara, que pudiera hacer una vida, que si no era feliz, al menos un poco menos miserable que su vida ahí en casa.
Se había entretenido con unos sueños que habían crecido con el tiempo, tonterías imaginarias que lo dejaban sonriendo con posibilidades a pesar de la furia que sin duda seguiría con su engaño.
Will sólo quería formar parte de una familia. Sólo quería ser útil e importante para alguien, tener algún pequeño rastro del amor que sus hermanas habían tenido al crecer y de sus respectivos esposos. Con mucho gusto soportaría la ira de la familia Lecter si tan sólo hubieran elegido ser amables con él en ese tiempo.
Blake vino por Will.
En el momento en que Will salió de la habitación de Mina pudo oler el olor de un Alfa desconocido que se mezclaba con el de su padre, anulado por su miedo.
Consternado y asustado, Will se apresuró, detrás de Blake, a ir a la sala de estar donde los dos abogados, el apoderado y su padre ya estaban esperando.
Los amplios ojos azules de su padre revelaron su preocupación, e inmediatamente supo que lo que habían planeado era imposible.
En el momento en que el Alfa se volteó hacia Will, el reconocimiento sorprendido cruzó en sus hermosos rasgos, y frunció el ceño, sabiendo sin duda lo que habían descubierto.
"Willia, éste es Anthony Dimmond, Vizconde de Maurier, el primo y apoderado de Hannibal Lecter" dijo Statton, como si guardar los modales pudiera de alguna manera impedir la inevitable comprensión de que estaba tratando de deshacerse de un Omega. "Lord Du Maurier, esta es mi hija, Willia Graham"
"Srta. Graham" dijo Anthony, acercándose a la forma temblorosa de Will con la gracia de un ágil gato, con la diversión y el asombro bailando en sus ojos azules mientras tomaba su mano para un beso.
Will consiguió hacer una pequeña reverencia, evitando mirar a su interlocutor, impaciente por la manera en que las narices del hombre se abrieron e incómodamente seguro de que su propio olor estaba cambiando en presencia de la juventud viril del Alfa.
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Overcoming
RomanceHannibal Lecter es el futuro Duque de Westvale y ha estado en la guerra durante los últimos diez años. Su abuelo ha hecho un contrato poco después de su nacimiento para conseguirle una esposa. Está es una traducción de Orphan_account y una obra orig...