Capítulo 10

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Los Dimmond no se quedaron a cenar, con la excepción de Anthony, pero Hannibal sufrió a pesar de todo.

La Sra. Pimms, dispuesta a matar a alguien o caer en un desmayo por todas las interrupciones con su servicio, les ofreció una deliciosa cena que Roland comió mucho más para mantener la atmósfera ligera.

Will, a pesar de la insistente charla de Anthony y la determinación de animarlo, permaneció en silencio y pensativo en su lugar frente a Hannibal, sólo alzando una mirada ocasional y peligrosa a su marido cuando se daba cuenta de la persistente atención del primero.

Hannibal se alegró de ver a su primo yéndose a Fernhill, maldito sea, y estuvo extrañamente decepcionado cuando Will se excusó de tomar una copa en la sala de estar blanca con él y Roland.

"¿Acaso hace eso a menudo?" preguntó Hannibal, frunciendo el ceño ante la puerta vacía en la que Will les había dado una buena noche.

"¿Dejar la habitación?" exclamó Roland, sonriendo. "Sí, con tanta frecuencia como todos lo hacemos, me temo. Está bastante limitado por sus circunstancias en ese aspecto, bendícelo"

"Está ciertamente en buena forma" observó Hannibal. "No, me refiero a que a menudo se excusa de la compañía"

"No suele estar en compañía" dijo Roland. "Estos últimos seis años, ha sido como un extraño para mí, no importa cuánto a mis intentos de involucrarlo. William tiene sus pasatiempos tranquilos, su pesca y su trabajo aquí. Está tan contento como puede manejarlo, pero se guarda mucho para sí mismo a menos que le pregunte especialmente sobre ello. Han pasado semanas enteras en las que no lo he visto. La mitad del tiempo ni siquiera los sirvientes saben a dónde se va"

"Eso es bastante astuto" dijo Hannibal, molesto por lo culpable que lo hacía sentir aquello.

El tiempo de Will ahí no había ido como lo hubiera imaginado.

"Sólo lo verías como tal, Hannibal" suspiró Roland. "Es un joven apacible, inteligente y tranquilo, le serviría bastante bien si quisiera permitirlo"

Hannibal frunció el ceño al mirar su vaso como si pudiera ofrecerle alguna idea.

"¿Por qué es la primera vez que lo escucho hablar de su interés por la familia de Will?" preguntó Hannibal, haciendo girar el licor antes de tomar un sorbo, dirigiendo una mirada astuta a Roland.

"Ha pasado mucho tiempo antes de que llegará a Hartford House" dijo Roland con una tristeza que dreno el peso de sus años en su rostro cansado y forrado. "La última vez que Charles y yo tuvimos algún intercambio de profundidad fue poco después de tu nacimiento, de hecho. Fue entonces cuando establecimos el contrato entre nuestras familias"

Hannibal arqueó una ceja y exclamó.

"Mis recuerdos no se están sintiendo bastante vagos en los detalles"

"Podemos ser tan vagos como nos guste" Roland le recordó. "Como somos viejos y lamentamos la pérdida de nuestra juventud"

"¿De qué Charles era una gran persona? Quizá debería preguntarle a la tía Margaret" exclamó Hannibal, dispuesto a arriesgarse con el enojo de Roland. "Parece saber un poco más de lo que está dispuesta a decirme. Es extraño estar tan cerca de alguien y nunca hablar de ellos"

"Hay cosas en el mundo que amamos que son demasiado preciosas y demasiado queridas para analizarlas en palabras, Hannibal" dijo Roland, con la tristeza en su voz sorprendiendo a su nieto. "Es suficiente para decir, que la edad descendió sobre él mucho antes y mucho más viciosamente de lo que tuvo sobre mí. Lo único que lamento es que no estuve con él cuando pasó"

Hannibal tuvo curiosidad por aquel hombre por el que nunca había oído hablar, a aquel hombre tan querido por Roland. Quería preguntar más, pero obviamente eso lo afligía y parecía tan frágil en ese momento que no se atrevió.

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