Capítulo 37

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Hannibal impuso a Berger después de llamar a Jimmy y se limpió en el baño reservado para los sirvientes.

"Ha tenido cierta correspondencia mientras estaba indispuesto" exclamó Berger.

"Déjalo en la biblioteca por mí, por favor. Y busca algo de desayuno, algo ligero pero tentador" dijo Hannibal, distraído.

El agua caliente en la piel irritada y magullada de su ingle era dolorosa, pero no podía arrepentirse de la causa, ni de los hematomas, ni de los puntajes que las uñas de Will le habían dejado en la espalda y en los costados.

Los últimos días que había pasado con Will fueron los más bellos y queridos en su vida; el pequeño dolor era un placer en sí mismo en ese sentido.

Solo esperaba que Will, dado el tiempo y la distancia para ordenar sus emociones, llegara a sentir lo mismo.

"Considerelo hecho, mi Señor. Traeré su ropa y lo ayudaré a vestirte después" dijo Berger.

"Solo deja mis cosas para mí y arregla mi habitación, por favor, Berger. Creo que Will estaría más tranquilo si las cosas volvieran a la normalidad lo más rápido posible" dijo Hannibal, restregándose con una inusual intensidad. Hizo una pausa e inmovilizó a su ayudante de cámara con una mirada. "¿La habitación de Will está en orden?"

Berger asintió y exclamó. "Sí, mi Señor, Price la ha mantenido ordenada todo este tiempo"

"¿Y Abigail?"

"Despierta, mi Señor, pero no haga preguntas" exclamó Berger, frunciendo el ceño. "No se dice una palabra, ni siquiera a Emily, ella solo se para en la ventana abrazándose a sí misma, mirando el bosque. El Magistrado ha estado aquí todos los días. Él quiere llevársela..."

"No la llevará a ninguna parte" exclamó Hannibal, echando agua sobre sus hombros para quitarse el jabón. "Asegúrate de que ella lo sepa, si eso es lo que le preocupa. Y dile a Price que comience a empacar"

"¿Señor?" exclamó Berger, confundido.

"Empaca, Berger" dijo Hannibal. "Quiero que estemos preparados para irnos en cualquier momento. Will está bastante recuperado y no estamos seguros aquí. En el momento que el Magistrado esté consciente, nos vamos de Marsham Heath"

"Sí, mi Señor" dijo Berger, dejando de hacer lo que le dijeron.

Hannibal terminó su baño, ansioso por vestirse y reunirse con su compañero, ansioso por comenzar el intrincado vals de cortejar a Will de nuevo en sus brazos para que pudieran enfrentar a ese dragón como debía ser enfrentado.

Juntos.

🌄🌄🌄

Jimmy era un experto en leer el estado de ánimo de Will y lo que vio mientras lo ayudaba se mantuvo callado, aunque sus ojos expresivos decían que estaba molesto por él.

Por lo general, Will se desahogaba a sí mismo, pero en ese caso se mantuvo en silencio, permitiendo que Jimmy eligiera sus gemelos e incluso su reloj de bolsillo sin hacer ningún comentario.

Will se pasó el dedo por el rostro cuando Jimmy lo colocó en el bolsillo, sus ojos azules se movieron a los otros ubicados en su tienda. Una sonrisa apareció en sus labios antes de darse cuenta de cómo había enfrentado a Hannibal en el baño, el beso que habían compartido y la firmeza con que se había aferrado a su resolución de tomar las cosas lentamente hasta que su calor había roto su determinación como tantas tazas de té frágiles.

"Recibimos noticias de la carta sobre el diario" dijo Jimmy, cepillando la tela de su abrigo para alisarlo. "Hay alguien trabajando en traducirlo desde ayer, mi Señor. No pudieron darme una estimación cuando terminarían, pero ya comenzaron"

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