Sara
Mi vida acababa de dar un giro de 180 grados, a mis 26 años había tenido la suerte de graduarme como Relaciones Públicas con honores por la Universidad de Oxford, había estado trabajando como ello en Manchester donde había conocido a mi prometido Arnau Mount Laporta, el cual se había convertido en un importante abogado.
Hacía un par de semanas su tío le había llamado para ofrecerle una oferta laboral increíble, la cual no dudó en aceptar.
- Pero Arnau, somos una pareja estable, claro que me alegro de que tu tío confíe en ti para el puesto pero.. - Antes de que pudiese terminar mi frase Arnau puso un dedo en mis labios para callarme.
- Si te alegras por mí te vendrás conmigo y ya está. - Dijo para luego acariciar mi pelo. - Ya está decidido. - Apto seguido recibió una llamada y se dirigió a su despacho.
Suspiré apoyando mis manos en la mesa de la cocina, intenté suprimir sin éxito las lágrimas que se habían agolpado y procedí a servirme un vaso con agua en un intento en vano de calmarme.
Todo iba bien, hacía poco había rechazado un gran puesto en el Manchester City como relaciones públicas para contentarle, teniendo que buscarme otras opciones y cuando al final había conseguido un buen puesto en una gran empresa tendría que renunciar a ella.
Y dolía, pero a veces el amor es así, o eso me creía yo.
•••
Habían pasado dos semanas, Arnau ya había comenzado su trabajo como parte del gabinete de abogados del FC Barcelona hacía un par de días y se había instalado en uno de los apartamentos que poseían sus padres en el centro de la ciudad..
Yo me había quedado para cumplir con las dos semanas reglamentarias que me tocaban por contrato, había enviado un montón de curriculums ha diferentes empresas en Barcelona pero no había tenido mucho tiempo para centrarme en ello, una vez aterrizada en Barcelona me dirigí al piso ha dejar mi maleta, me dí una ducha y recibí un mensaje de Arnau, mañana por la mañana tendría que acompañarle a la sede, al parecer tendría que ir muy bien arreglada ya que tenía que dar buena impresión, suspiré.
Que me considerase su mujer florero estaba comenzando a cansarme.
Al día siguiente por la mañana nos dirigimos a la Ciudad Deportiva, había optado por un traje de chaqueta y unos tacones altos con una coleta, durante el trayecto, me comentó que nos reuniríamos con su tío y otros altos cargos del club.
A las ocho y media de la mañana entramos por la puerta de las instalaciones, una vez aparcado nos bajamos del coche y Arnau agarró mi mano para guiarme, habíamos estado aquí un par de veces cuando habíamos venido a visitar a su familia, pero seguía sin tener idea como ubicarme, a estas horas ya había bastante tráfico de gente por las oficinas, Arnau me guió hasta una oficina y tocó la puerta un par de veces hasta que escuchamos un adelante.
La sala estaba compuesta por ocho ejecutivos, pude distinguir a algunos con los cuales ya había coincidido antes, los hombres se levantaron y fuí saludándolos uno por uno.
- Bueno, os dejo para que habléis, nos vemos más tarde cariño. - Dijo Arnau mientras se dirigía hacia la puerta después de dejar un beso en mi frente, yo alcé una ceja mirándole mientras desaparecía por la puerta sin entender nada.
- Bueno Sara, toma asiento por favor. - Pidió Joan Laporta. - Cómo ya te habrá comentado Arnau estamos buscando a la persona indicada para el puesto de Relaciones Públicas del FC Barcelona Femenino.
Dejé de escuchar en ese momento, estaba furiosa, pude sentir como empezaba a sudar, me removí incómoda e intente disimular el mosqueo. que tenía ahora mismo, con Arnau, pero sobretodo conmigo misma, tenía que haberlo visto venir, suspiré e intenté volver a centrar mi atención en la conversación que estaba ocurriendo delante de mi.
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Reina - Alexia Putellas
FanfictionEstar enamorada de un imposible es como tener una enfermedad mortal y no tener cura. Sabía lo que iba a pasar desde el primer beso, aún así lo intenté, por que todos sabían que la Reina no se rendiría.