Estar enamorada de un imposible es como tener una enfermedad mortal y no tener cura.
Sabía lo que iba a pasar desde el primer beso, aún así lo intenté, por que todos sabían que la Reina no se rendiría.
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Sara negaba con la cabeza mientras yo sentía como cada vez me ponía más y más nerviosa, miraba al suelo incapaz de saber que decir o cómo actuar, ninguna de las tres dijo nada por varios segundos que se hicieron eternos, hasta que finalmente hablé:
- Sara es mejor que salgas y nos dejes hablar. - La morena asintió y salió por la puerta rápidamente sin mirar atrás.
Suspiré y apoyé mis manos en el lavado negando con la cabeza, bajo la atenta mirada de Irene.
Alexia.. - habló esta desde la distancia.
No digas nada Irene. - Hablé mientras la veía por el reflejo del espejo.
Claro que no voy a decir nada Ale.. - Habló cruzándose de brazos. - Pero es una puta locura. Una puta locura. - Repitió llevándose las manos a la cabeza en señal de incredulidad.
Suspiré y me llevé las manos a la cara, exasperada mientras Irene caminaba de un lado a otro poniendo cada vez más y más nerviosa.
- Lo sé. - Dije girándome y miré a Irene directamente, mientras ella tenía su semblante serio. - Joder. - Jadeé sintiendo como el nudo que tenía en el estómago se extendía por todo mi torso.
- Es que si llega a entrar otra persona aquí y ve lo que yo he visto os metéis en un problema muy heavy. - Dijo agitando sus mano.
Asentí sabiéndolo perfectamente.
- Lo sé, pero es que no sé qué coño me pasa. - Dije frotándome los ojos exasperada intentando justificarme. - Cuando estoy con ella no pienso, y solo me sale estar cerca de ella. - Dije negando con la cabeza.
- Ale, tú siempre has sido una tía muy profesional.. pero esto no lo es, te vas a joder la vida si sigues así. - Dijo haciendo que una sensación de desagrado inundara mi cuerpo.
- ¿A qué te refieres? - Pregunté comenzando a mosquearme.
- Sara se va a casar con Arnau, el cual es ya dueño del 30% del club, sobrino de Joan.. te puede joder la carrera para siempre.. - manifestó - y lo poco que lo conozco no da buena espina. - Dijo mirándome con una mueca de preocupación en su rostro.
- Pero eso no va a pasar.. - Le dije negando repetidas veces con la cabeza.
- Eso no lo sabes. - Me Cortó. - Y desde luego esto no ha sido la primera vez que ha pasado.. - Dijo ella negando con la cabeza, llevándose sus manos a sus caderas de nuevo. - ¿O me equivoco? - Preguntó.
- No. - Contesté tragando saliva. - No sé que hacer, me gusta mucho. - Dije con voz temblorosa, sintiendo como me comenzaba a agobiar y apoyé mi espalda en la pared.
