Sara POV:
El dolor de cabeza que tenía me estaba consumiendo, me había tomado un paracetamol hacia un buen rato pero no había hecho ningún tipo de efecto, suspiré removiéndome en la cama por decimocuarta vez esta noche, era imposible dormir.
Me incorporé con sumo cuidado de no despertar a Arnau y me puse mis zapatillas, cogí mi teléfono de la mesita y salí de puntillas de la habitación rumbo a la cocina donde miré el reloj.
04:20 am
Otra noche que no pegaba ojo y con esta ya iban cuatro seguidas, suspiré frustrada y por mi cabeza pasó la opción de tomarme otra melatonina, pero ni quería abusar ni me venía bien por que en apenas dos horas tendría que estar de pie ya, así que puse a calentar la tetera para prepararme un té y encendí una pequeña luz que tenía en el salón.
Ya más relajada me puse a mirar el móvil sin prestarle mucha atención, aunque vi que tenia un mensaje en archivados, llevándome una grata sorpresa, era de Alexia.
Mis manos comenzaron a sudar y debatí si debería abrirlo, pero no pude evitarlo y sonreí cuando vi su mensaje.
Tenemos una cuenta pendiente.
Sonreí como una niña de quince años ante esas cuatro palabras e inconscientemente me mordí el labio, debatiéndome si responderle o no, pero finalmente lo hice.
Pues tendremos que resolverla.
Ya está, le había dado a enviar, salí de la conversación y me llevé la mano al pecho, que latía rápidamente.
¿Dónde me estaba metiendo?
¿Era algo más que una fantasía?
Nunca me había encontrado en esta tesitura, nunca había sido una persona loca, que se tirase a la piscina, más bien siempre había sido muy independiente pero a la vez seria y cauta.
Cuando comencé a salir con Arnau apenas tenía los diecinueve años cumplidos, nunca me había interesado o gustado alguien, siempre había priorizado mis estudios, y mucho menos me había gustado una chica.
Claro que había chicas las cuales me parecían atractivas, pero jamás las miré con otros ojos.. pero algo de mí había cambiado desde el momento en el que me encontré con Alexia, era un sentimiento que no reconocía en mí, era algo tan fuerte y diferente que no parecía que fuese yo.
Desde el día que la conocí mi vida había dejado de ser estable y tranquila, y en cierto modo, me había empezado a despertar un sin fin de inquietudes, no solo el preguntarme por qué me sentía tan atraída por ella, si no también había influido en como lo que antes aceptaba como algo normal, estaba comenzando a afectarme mucho, y eso era el poder que Arnau ejercía sobre mí.
Y ahora en esta habitación, de madruga y con todos estos sentimientos encontrados me sentía más sola que nunca, por que anhelaba poder contarle como me sentía a alguien.
Estuve apunto de contárselo a Ona, bueno, ella ya lo suponía, no se anduvo con rodeos cuando Alexia nos dejó a ambas solas en el baño, pero no fui capaz, lo negué tajantemente y luego me sentí mal, no me gustaba mentir.
Aunque se estuviese haciendo costumbre.
También pensaba en la posibilidad de contárselo a Jimena, pero el hecho de tener que hacerlo por el teléfono me daba mucho miedo, y tampoco sabía muy bien que tipo de reacción podía llegar a tener así que también descartaba esa opción.
El día había pasado relativamente rápido, había salido de casa muy temprano para no tener que lidiar con Arnau, y me había encerrado en la oficina desde primera hora de la mañana.
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Reina - Alexia Putellas
FanfictionEstar enamorada de un imposible es como tener una enfermedad mortal y no tener cura. Sabía lo que iba a pasar desde el primer beso, aún así lo intenté, por que todos sabían que la Reina no se rendiría.